En la sombra fresca de un viejo olivo
observo el movimiento del mundo
a mi alrededor:
una hilera de hormigas
con semillas, con restos de insectos,
con alimentos para el almacén;
el saltamontes actuando en su circo,
saltos, saltos y más saltos,
y el lagarto...presto a atacar;
ahora un bando de jilgueros
me canta una canción, y,
en el cielo, cientos de tordos
en vuelo y en formación,
destino? la viña de Anselmo,
para aligerar la vendimia;
por el camino diviso
la mula torda y a su dueño, Ramón,
el de la señá Tomasa,
la de las aceitunas más ricas de la comarca;
¡qué mañana más movida!!
ciclistas y tíos que corren por el camino
sin nadie que les persiga,
¡como está el mundo!, -me digo-,
al poco rato un coche cuadrado
levantando nubes de polvo
y con música de tun, tun, tun, a tope,
estará sordo el tío? –pregunto-
y me contesta un gorrión
con su pío, pío, pío;
¡anda que aquél se las trae!
con pantalón corto,
botas como las de soldado
y un morral de colores
trepando por los riscos,
venga a trepar y trepar...
y todo ¡pá ná!
para luego volver a bajar;
¡Tiene huevos la cosa!
Y no digamos el de ayer,
subido en un parape... no sé qué,
parecía un pajarraco allá arriba;
¡nos hemos cargado el mundo!,
en mis tiempos, el cielo para las aves,
la tierra que piso para los de dos
y más patas, el agua...
el agua para las ranas, y...
para un servidor y el señor Cura
(el burro delante para que no se espante)
buen vino y buena pitanza,
¡cómo está mandao! ¡COÑO!
...
Dan las dos en el reloj de la iglesia.
...
Bueno, por hoy ya está todo el género vendido,
me levanto despacico,
dejo ajustarse huesos y tendones
y mirando para el pueblo
pongo en movimiento las tres patas:
primero bastón,
pie izquierdo,
pie derecho y...
bastón,
y...vuelta a empezar,
así hasta casita, que ya hemos ganao el jornal.
...
A mí me encantan los viejos que se vuelven no chochos, sino blandos: esos estupendos ancianos que tienen el alma tan llena de ternura que comprenden a todos y a todo. Cuantos les rodean, beberán su experiencia como agua fresca y se sentarán a su lado como el caminante cansado junto a una fuente.
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