Autor: Guan Zeju
Me llamaban los cantos de los pájaros, allí estabas como una flor más, pero no, eras la flor, las demás sólo adornos para tu cuerpo.
La brisa movía el velo y flotaban aromas de tu cuerpo.
Me senté a admirar la belleza y en un cuaderno tracé las líneas de tu cuerpo, con sus sombras y todo plagado de primavera. Te sentaste a mi lado y acaricié tu cara y tus manos y con mis brazos rodee todo el universo que encierras.
El sol se quería marchar, nos quería dejar en la penumbra de la noche, la luna pedía paso para ser compañera, las aves volvían de sus vuelos por esos cielos y nos dejaron su melodía. Se abrieron los cielos a las estrellas y las estrellas se abrieron a tu cuerpo, y la noche susurraba contigo en mis brazos, allí acurrucada.
Así es la vida... un frenesí.
Saudades |
Quiero hacer de este rincón un puerto al abrigo de las tempestades que nos rodean, para los sentimientos que nacen del alma, para el humor a veces tan necesario y para todo lo que a nuestro alrededor de una o de otra forma nos afecta. Quiero aclarar que las fotos que ilustran los artículos en su mayoria no son mías, si algún autor así me lo indica, las retiro. Saudades
miércoles, 27 de abril de 2011
UNA FLOR
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Acurrucada entre sus brazos, el cielo mira ese cuerpo, lo cubre de besos, y el sol sonríe entre dientes.
ResponderEliminar!Cagüen la leche!!!, yo aquí en el Mercado sin vender una lechuga, y esos lunáticos hablando de flores...
ResponderEliminarAnda que ya les vale.
Los duendes de la noche vestían los cuerpos de los amantes con pétalos de rosa y corona de laureles, el bosque se llenó de magia con la melodía hermosa de un sueño de amor...
ResponderEliminarUy, fijándome ahora, creo entre María y yo, te hemos dejado un fusionado...no te puedes quejar Saudades...vaya que inspiras.
ResponderEliminarAbracitos
Como está el patio, aquí hablando de flores y la casa sin barrer.
ResponderEliminar!Qué se me va a quemar el cocido, COÑO!!!