jueves, 24 de noviembre de 2011

A LA ORILLA DEL MAR

Estaba sentado en una piedra resguardado del frío húmedo que le mandaba el mar, siempre lo hacía, quería sentir el poder de ese amigo que tanto le atraía, no lo podía ver, sus ojos no nacieron para mirar, era ciego, pero su alma veía a su manera, sabía de resacas, de tempestades que cubrían las rocas de fuerte oleaje, sabía de calmas que le mandaban suaves brisas con esos olores que le llenaban el alma.
Aprendió el camino desde temprana edad, la misma piedra a la que dio forma de tanto vivirla, allí dio vida a un mundo paralelo, a un mundo de aventuras siendo él  aventurero, recordaba tantas historias como le contaba su abuelo, aquél viejo marino de cara agrietada por mil surcos, por tanta lucha contra ese mar de su sustento, ese mar que se tragó a tantos hombres dejando en tierra tantas mujeres de negro.
Hoy el mar estaba inquieto como una mujer viendo pasar el tiempo sin que el tiempo se lo devolviera, el viento del norte azotaba su cara y llenaba sus ojos de lágrimas que eran lo único que sabían soltar, pero el formaba parte de la piedra, formaba parte del paisaje como el viejo marino forma parte del barco. Se imaginaba aquellos mares lejanos que le contaba su abuelo, aquellos seres en tantos puertos tan curtidos por el mar como por la vida, aquellas enormes ballenas que lanzaban surtidores de agua, y en su mundo tenían formas, unas veces monstruosas y las más de las veces eran seres amigos a los que contar sus confidencias, tenía una amiga gaviota que siempre al verle llegar volaba a su lado, él le daba trozos de pan de un bolsillo lleno de migas endurecidas por el tiempo, él tenía muchos amigos, como el sol, como la niebla, como la luna que presentía, como los arrullos de la naturaleza en forma de brisa que mece las hojas o como viento que silba al rozarle su cara.


Su mundo no era de nieblas, era de luz, mucha luz, toda la que desbordaba su alma, era un viejo grumete de mil tempestades, de mil mares en calma, de mil mujeres, que en sus sueños, le esperaban al llegar a casa.

Poco a poco se marchó por el camino de siempre, su bastón era su antena y al llegar a casa se sentó en su sillón a soñar en una aventura nueva.
La aventura de vivir… a su manera.

Saudades

17 comentarios:

  1. ¡Precioso, precioso!.
    Me gustan tus variopintos registros. Hoy, con el peazo resfriado que tengo, aprovecho para leerte mientras tomo un café con leche bien calentito. Me encantó.
    Un abrazo enooooorme.

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  2. ¿Qué sería de los poetas sin su mar? ¿Y de la mar sin sus poemas?
    Uff, ¡qué frase!
    Abrazos

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  3. Un relato fabuloso, que permite sumergirse en su dulzura, en sus evocaciones.

    Un abrazo.

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  4. Un bello relato donde la luz del personaje evoca toda una historia.
    Desde la nube o frente al mar siempre tienes mucho que contar.
    Un beso.

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  5. Que bueno eres, Saudades. El mar es un tema siempre especial que nos deja generosamente brillos, ondas, horizontes y demás recursos para que podamos usarlos en nuestros escritos. Y lo mejor son los sentimientos que nos provoca.
    Un abrazo.

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  6. Hay que vivir la vida como podamos.. si para ello es necesario soñar, soñemos... no nos queda otra..
    A veces soñar es la única salida que uno encuentra para seguir soportando esta existencia.

    Que usted lo sueñe bien...
    Desde luego si es como este relato, no me cabe duda que será maravilloso.

    besos mediterráneos.

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  7. Se puede ser marino sin navegar sobre el mar y su oleaje.
    A veces bsta sentarse a impreganrse de las sensaciones que transmite y se ven desde los ojos más profundos que poseemos:
    Los del corazón.
    Y éstos,son los que mejores miradas nos provocan.
    Precioso texto,Saudades.
    Un besazo.

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  8. Un mundo interior donde ver con el akma y no con los ojos...Que haríamos sin ese mundo, donde refugiarnos de la realidad...

    Besos de enhorabuena desde el aire

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  9. Tu me conoces por Doña M.
    He tenido la curiosidad de visitar al que quiere bañarse en porretas conmigo :) porque al leer tu comentario en el blog de Rosa me has hecho sonreir.

    ... Y bueno, he descubierto un magnifico escitor de cuentos al que visitaré a menudo porque escribes genial.

    Un saludo y hasta pronto :)

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  10. Gracias Doña M, esta es tu casa y en ella espero que te encuentres muy bien, el problema es que Saudades está un poco pallí pallá.

    Abrazos,

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  11. Hola Ricardo!!
    Lo primero pedirte perdón por no pasarme antes...no es que no quisiera,ya sabes que me encanta leerte y hablarte,pero qué te voy a contar del escaso tiempo del que a veces disponemos? tú que siempre andas tan ocupado entre musas y sirenas...lo siento de verdad!!

    Quería decirte que tu entrada me parece muy hermosa!!
    Ver con los ojos del alma,soñar con mil aventuras,sentir el aire fresco que viene del mar y observar desde esa piedra las sensaciones que a uno le llegan.
    Cada uno "ve" con los mejores ojos que tenemos,con los de nuestro corazón.
    Gracias por tan buen poema-relato-sueños...salido de dentro de tu alma.
    Un abrazo!!
    Feliz finde.

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  12. totalmente, que cada uno viva como quiera:) a su manera...;)

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  13. Es verdad que me gusta como escribes en todas tus facetas, pero debo confesar que me subyuga tu prosa, es realmente bellísima...
    Besitos en el alma
    Scarlet2807

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  14. Hola Saudades!
    Una parte de mí ha vuelto, (esto es para hacerme la dramática) y acá estoy leyendo este texto hermoso.
    Qué difícil es vivir en el mundo de las sombras, aunque a veces hay gente que ve y no sabe imaginar. Es un tema que respeto tanto, creo que todos los sentidos es el más valioso. Me han gustado tus descripciones, tus metáforas, y tus vuelos de gaviotas.
    Buen fin de semana.
    Un abrazo desde acá.

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  15. Que nunca nos falten los sueños, que son los que nos ayudan a seguir viviendo. Ni tus relatos que nos hacen soñar y reir. Lo importante es descubrir que para ser feliz tenemos que vivir cada uno a nuestra manera. Un bessito

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  16. Yo necesito pruebas de que hay otra vida mejor.

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  17. Ignacio, pides pruebas sobre una vida mejor, algunos atesoran las suyas, otros ni las buscan ni las quieren, otros sueñan con esa vida.

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