Salgo, estaba dentro, asomo mis ojazos al exterior, hoy puede ser un gran día, camino por la acera, una señora grita desde el quinto ¡Agua vaaaaaa! me cae encima, empezamos bien, sigo como si nada, poco a poco noto que el traje comprado en un mercadillo me está encogiendo, no pasa nada, me encojo yo, sigo, semáforo en rojo, cruzo, me pasa por encima un camión, planchado me deja el traje, y el otro que para lo que sirve, me levanto cual sonámbulo, sigo a la pata coja, la otra ha quedado vuelta para atrás, pasa un monumento, le pego un silbido de admiración, mira para todos lados y no ve a nadie, cojonudo, me he vuelto invisible, sigo tirándome el folio mirando sin ser visto los bajos fondos y el canalillo de las damas, a lo lejos veo una pareja abrazados, me meto en medio para investigar, nada del otro mundo, tonta ella tonto él, prometiéndose amor eterno los mentirosos, sigo, cruza un gato negro, pego un traspiés y me rompo los morros, pasan los Hare Krishna cantando y bailando, me pongo a dar saltos con ellos, pero me aburre la monotonía, me voy y me siento en un banco, me mira con malas pulgas el cajero, yo a lo mío, me mira el director, yo a lo mío, a mirar las largas piernas de una clienta, me levanto, salgo, me encuentro al tío Toribio, ni me conoce, me encuentro al recaudador de impuestos de la mafia local, le pongo la zancadilla, cae a la vía pública y le atropella otro camión que pasa a toda pastilla, tiene peor suerte, le tienen que amputar los dos brazos, las dos piernas y el tolón tolón, le dejan guapo, pasa mi prima Romualda, la que mal anda, ni me ve, pasa la tarde y yo sin enterarme, me pongo un clavel en la solapa y me voy al campo a mirar flores y floreros, árboles y arbustos, ríos y riachuelos, burros y borricos, allí te veo, dormida en un campo de flores, suelto el clavel en tu regazo, ese regazo de diosa, saco un lienzo, pinceles, tubos y tubillos y me pongo a soñarte, a pintarte.
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Kiera Malone
Pasan los días, los años, y allí sigues presidiendo el mejor sitio del salón, colgada en la pared y sentada a mi lado, acaricio tus manos y un abrazo surge de nosotros, el Loco Saudades y la Bella María Carla de todos los Santos Eugenia del Montecillo Alfonsina de los Dolores de Tripas Gómez de la Esparraguera-Ruiz del Olmo... Mar para los amigos, ella es mi mayor locura, yo soy su loco.
¡Pues no se vive mal estando loco, RELECHES!!!!
Saudades - 2012
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