¿Le
escuchas? Te está contando historias desde sus olas, historias de la vida en
sus profundidades y te trae aromas de latidos y de encuentros.
Siéntate,
te cuento la historia de la joven Lucrecia, aquella que encontró su primer amor
en un joven marinero que como ella amaba la libertad y amaba sobre todas las
cosas a ella, fueron muy felices en esa juventud que disfrutaron pero un buen
día la mar se lo llevó, se llevó su frágil barca a las profundidades de su
seno.
Lucrecia,
incapaz de asimilarlo se acercó a ese mar que se lo llevó y poco a poco se
sumergió en sus aguas, el mar la llevó a las profundidades, junto a su amado y
allí juntos vivieron y viven, y en una gruta hicieron su nido y en ese nido
nacieron ilusiones, esas ilusiones son las pompas que continuamente
salen a la superficie y se expanden por el universo.
.
. .
En
las noches tranquilas, cuando la luna se asoma a su orilla se ve jugando a una
sirena con un marinero, y se besan y se abrazan como si fuera el primer día y
ya nunca nada ni nadie podrá separarlos, les ha unido su mar y les ha unido el amor,
eterno.
Saudades - 2014 |
Ay que romántica historia la de Lucrecia y su amor marinero.. me fijaré mucho más, a partir de ahora de esas burbujas de amor que decoran las noches marinas
ResponderEliminarcomo cantaba creo que Camilo Sesto
Que bonito sería amor amar... :P
Besos a mares, en esta tarde de domingo!
No ha sido naaaaa, al loco de vez en cuando le salen cosas romanticonas pero el no es así, es como una roca, duro, cinco pesetas, un euro, lo que haga falta.
EliminarVeo que salen burbujas María, me parece que es el fontanero que le he metido en la bañera y no sabe nadar, la que se puede liar.
Besos gota a gota, verso a verso.
Qué bonito dulce loco! Pero prefiero un amor pasao por la piedra, que aguado, cuestión de ser práctica. Es lo que tienen los días lluviosos de los madriles...
ResponderEliminarBesos con paraguas!
No sé si Ion-laos me ha llamado bonito del norte o pescadilla de enroscar, estoy con la mosca detrás de la orejilla.
EliminarVamos, vamos lo empapás que tengo las canillas de tanto como llueve en los madriles, llueve / tras de los cristales llueve y llueve /
!RELECHES!!! ahora va y se nos pone a cantar el tío ese.
Beso requetemojao,
Que historia más bonita Sau,y es que el amor verdadero es un todo-terreno como el de tu sirenita y su marinero,me encanto al igual que me encanta ese nidito de amor que crearón,ya cada vez que vea la espuma en mi querida playa me acordare de esta historia.Besitos mi loco amigo
ResponderEliminarMaría José me alegro que te guste, así es a veces el amor, va más allá de la vida y vive y une por una eternidad.
EliminarBesos,
No dejaremos de sublimar el amor, para algunos (incluyéndome) el amor no es utopía es la más bella realidad y el instante en que somos capaces de vivirlo sin límites, es el momento en que puede ser eterno. Dulce entrada. Un abrazo
ResponderEliminarSusana sabemos que el amor mueve el mundo así como el odio lo destruye pero creo que al final siempre vencerá el primero, ese que lo da todo sin pedir nada a cambio.
EliminarUn cariñoso abrazo,
Preciosa historia de amor, miraré esas burbujas, eso sí, desde la orilla que yo soy de secano y con mojarme los pies me resfrío.
ResponderEliminarUn besote y alegría por estar de vuelta.
Detalles el amor se encuentra en todas partes incluso en las profundidades del mar, este mundo necesita más amor, sería mucho más habitable.
EliminarBesos,
Caray, Saudades loco, hoy has hecho de tu locura un romántico y marítimo cuento inolvidable y precioso.
ResponderEliminarMi aplauso.
Besos.
Marinel la verdad es que el loco Sau toca todos los palos, unos con más acierto que otros pero no se le pone nada por delante, salvo cuando son los ojos de una mujer, entonces se pone tonto, pero muy tonto.
EliminarBesos,
Bonito cuento de hadas, bueno, de sirenas en este caso. Mañana cuando baje a pasear a la orilla del mar miraré detenidamente por si los viera... ;)
ResponderEliminarUn abrazo
Montse si en la playa ves un tío con las canillas al aire y cara de pirado sal corriendo en dirección contraria, es el buscador de sirenas.
EliminarUn abrazo,
que bueno es leerte
ResponderEliminarme das paz en el alma
Ojala esa paz se extendiera sin necesidad de mis palabras.
EliminarBesos,
Bello cuento, une la fantasia y el mar
ResponderEliminarAbrazos
Esa mar que se ha llevado tantos marineros al menos en un cuento encuentra un final feliz.
EliminarUn abrazo,
Hola Ricardo, jolin que requetebonito lo que has escrito querido amigo, ese amor verdadero que perdura aun después de la muerte donde se vuelven a encontrar de nuevo, me ha gustado muchísimo y eso de las burbujas esta bonito bonito, a partir de ahora cuando vaya al mar y vea las burbujitas me acordare de tu relato y como no del loquillo de las canillas al aire:), hoy eres tu el que deja una leyenda de las mas bonitas que he leído:)
ResponderEliminarBesotes con burbujitas!!
Pilar mira que el loco de las canillas al aire de vez en cuando se pone serio y deja volar la imaginación y encuentra que el amor se hace eterno incluso en una gruta del fondo del mar, y es que el amor, algunas pocas veces, puede con todo y con todos.
EliminarBesos con glu glu.
Al leer lo que nos has dejado escrito se me ha ocurrido pensar que si yo me hubiese ido cuando se fue Luis , quizá ahora sería feliz por estar a su lado .
ResponderEliminarMuy bonito lo que has escrito , querido amigo Sau , me ha encantado.
Un abrazo lindo y cálido.
Charo como es natural no se nada de tu vida, pero si te hubieras marchado con Luis aquí abajo habrías dejado un gran vacío, tu familia, tus alumnos, los que sin conocerte te queremos, además te queda mucho futuro y aunque no puedas olvidar tienes que aprender a vivir, empezar otra vez.
EliminarUn cariñoso abrazo.
Que bonito lo has contado,, un amor inmenso como el océano.
ResponderEliminarBesos dulces
Hanna a veces el amor puede con todo, es la ciclogénesis de los sentimientos.
EliminarBesos salados,
Lucrecia consiguió su amor eterno (eso sí, a un alto precio). Y nosotros esas burbujas que vienen y van.
ResponderEliminarPersonalmente, adentrarse en un mar sin retorno es una muerte que me aterroriza... Pero el amor es ciego, eso dicen. Y ella dejó de mirar a la orilla.
El amor, a veces, tan desgarrador. Bss
Mere es cierto que el amor, a veces, es desgarrador, lo es porque da la vida soñando que es la forma de unirse al que se fue, será que el amor mueve el mundo, lo puede cambiar, aunque le toca luchar contra el odio y el fanatismo que nos persigue.
EliminarBesos,
Después de leer tu preciosa historia creo que ya nunca volveré a mirar las pompas, ni la espuma, ni las olas ni la luna reflejada en el mar con los mismos ojos. Lucrecia y su amadoestarán siempre presentes.
ResponderEliminarBesos
Narci estarán presentes Lucrecia, su amado, y tantos como dejaron su vida por amor, el mar, la mar y todo lo que nos oculta guarda en su seno amores que se fueron.
EliminarBesos,
Yo les escucho....tengo tan cerquita el mar, que veo ese reflejo de amor todos los días mirando las estrellas y oyendo cantar a la sirena...en el vaivén de las olas.
ResponderEliminarMuchos cariños.
Rosana en la noche cuando la luna los alumbra salen a jugar, a tumbarse en la playa y a amarse como nunca lo hicieron.
EliminarUn cariñoso abrazo,
que coas tan bonitas. un abrazo
ResponderEliminarGracias MJesús, un abrazo,
ResponderEliminaryo si que lo escucho al marinero y a la sirena ...
ResponderEliminarme recordaste ... https://www.youtube.com/watch?v=nDX3xhdjrcQ
besitos, feliz fin de semana
Ahora mismo estarán jugando a los médicos.
ResponderEliminarBesos,
( no leo lo que tengo encima de mis narices, conste jaja) .. te voy a dar con malacatón en todo el coco jaja
ResponderEliminarMmmm qué bonito SAU!
...Es tan tardísimo ( perdón:-) que esta vez en lugar de mis tonterías te voy a dejar un tema que me acaba de recordar esta preciosidad tuya.. ESTE
..Así, para que mañana desayunes con ella y tengas el mar al lado de tus tostadas... en el fondo del mar la mujercita estará feliz con su marinero preparándole sopa de pescado jaja
Muchos muchos besos... con todo mi cariño... y sé güeno! jaja
!RELECHES!!!
ResponderEliminarSe me han empapao las canillas con la ciclogénesis y esa canción tan bonita que nos ha dejado Torbellino, y encima me duele el chichón del malacatonazo que me ha arreado en toda la coronilla.
A la orilla del mar / aquí recogiendo Conchas, Palomas, Marías, Pepas... no me des tormento Pepa / maaaadre que día llevo.
Un beso y 1/4 y mitad y que sepas que soy más malo que los hermanos Malasombra.
!Chúpate esa!!!
Me he sentido mecida por esa historia tuya al ritmo lento de las olas del mar que golpeaban la orilla. Fue bonito mientras duró.
ResponderEliminarEn la última entrada no me deja comentar, tampoco era muy importante.
Un beso y feliz fin de semana.
María Pilar gracias por tus palabras, no sé el motivo de no poder dejar un comentario en el último post.
EliminarBesos,
Hola, Sau.
ResponderEliminarDos cosas: pobre Lucrecia y qué bien te desenvuelves en los cuentos...
Me ha encantado esta historia con ese final que vaticinaba como triste y que luego fue tan romántico.
Es lo que tiene a veces la vida y es que no todo son fiestas y alegrías... aunque cuando vea las pompas que salen del agua me acordaré de ellos y de ti, ¡claro está!
Unos besos, rebonito.
Que ilusión me hace, soy capaz de hacerme submarinista y lanzar pompas a diestro y siniestro por donde pase Towanda, solo para que se acuerde una mieja de mi.
EliminarLos cuentos que escribo de vez en cuando procuro que tengan un final feliz que ya está la vida para darnos palos.
Muchos besos reguapa.
Precioso relato, un marinero y su amor juntos y felices para siempre. No pudo ser en esta vida donde abundan los finales tristes pero si en esa otra vida, la de la fantasía, de ilusión o quizás muy real, la eternidad.
ResponderEliminarEscribes muy lindo.
Abrazos.
Rayén ojalá en la vida real ocurrieran estas cosas, ese amor eterno que cada vez se da menos, pero nos queda la ilusión de contar estas pequeñas historias con final feliz.
EliminarUn cariñoso abrazo,
Saudades
Me gusta tu relato, que lindo lo cuentas, besos
ResponderEliminarGracias Hanna, un beso muy grande.
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