Fue
una tarde de un octubre que dejaba caer como una melodía hojas de colores que
formaban una agradable alfombra a nuestros pies. Notábamos la suave brisa que
chocaba en las altas copas de los árboles, y muy lejos las risas de unos niños de
cualquier aldea, las esquilas daban un toque monótono y acompasado al sonido
del regato que bajaba de los montes en alegres cascadas, serpenteando entre las
verdes praderas. A lo lejos, divisábamos el mar cantábrico entre brumas de
atardecer, con los últimos rayos de un sol tímido por marcharse, sin darnos
nunca la espalda.
Y
digo fue, sin ser nada, o sí que fue… Es posible que se acerque ahora a mi
recuerdo porque era de esos momentos de paz sublime, de ausencia de ruidos, de
vivencia de sonidos, lo recuerdo recostados en un castaño de inmensa copa de
hongo gigante, mi retina gravaba cada miríada de esa fotografía en mi memoria y
una mano cómplice se apretaba con la mía haciendo circular por nuestras venas,
o mejor dicho, por nuestros corazones, el calor de la escena.
Saudades - 2014
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Preciosa la fotografía, y deliciosa la escena que nos pintas y que nos trae la paz al alma al tiempo que nos despierta la sangre.
ResponderEliminarBesos
Así me gusta Narci, que corra la sangre por las venas mientras pasamos momentos de paz.
EliminarBesos,
Hay momentos que cuando se viven nos parecen anodinos y, sin embargo, dejan una huella perenne en nosotros y entonces nos pasamos el resto de nuestras vidas recordándolos de vez en cuando y añorándolos también.Yo tengo algunos de esos momentos entre mis mejores tesoros...
ResponderEliminarSaludos.
Joaquín quien no tenga esos momentos está vacío, son momentos que se guardan en el recuerdo.
EliminarSaludos,
Todos anhelamos esa paz, y mas si es compartida.
ResponderEliminarY todos la encontramos Marcos en momentos de nuestra vida.
EliminarEl recuerdo de un escenario apacible a la par que romántico.
ResponderEliminarSon de los que mejor no olvidar.
Besos.
Marinel son como esos momentos después de la tempestad.
EliminarBesos,
Sutil belleza la que despabilan tus letras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Momentos apegado a la naturaleza.
EliminarUn afectuoso saludo
Hola Ricardo, vaya momento tan bonito y romántico pero mas bonito aun el lugar y todo lo que describes de el, desde luego digno de ser memorizado y guardado donde tenemos los recuerdos mas bonitos:)
ResponderEliminarBesos.
Pirujilla son esos momentos que se guardan con cariño en la memoria y que nos hacen volver, siempre que podemos, a la madre Naturaleza.
EliminarBesos,
Te deseo muchos momentos como ese, es lo que le da sentido a la vida y ganas de seguir adelante.
ResponderEliminarBesos castañeros!
!Castañazo en la coronilla!
EliminarEso me pasa por ponerme debajo de un castaño, !RELECHES!!!
Se que de esos momentos tú tienes muchos por como amas a la naturaleza.
Besos al natural, con ajo y perejil.
Preciosa descripción Sau, le viene muy bien el titulo. (Y el final enamorado)
ResponderEliminarAy, y yo que pensé que el mundo estaba gris. :)
Te mando un beso!!
Espero estés bien.
Vivian el mundo está verde, verde que te quiero verde, con las ganas que tengo de llevarte a mi bosque particular, el de la aldea del loco Sau.
EliminarBesos,
Ñam-ñam...jajaja
EliminarCon el hambre que tengo, !RELECHES!!!
EliminarLos recuerdos, lo vivido... Es nuestro, no nos lo quita nadie.
ResponderEliminarAbre el cofre y disfruta de tu tesoro :) Un beso
Son tantos los tesoros, algunos circulan por aquí, y no miro a nadie.
EliminarBesos,
No recordaba lo que me gustaban estas entradas "tan especiales", amigo. Me encanta volver a leerte. Un abrazo, Sau
ResponderEliminarMontse será porque tengo abandonados los sentimientos con la política y mis locuras.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo,
Disfruta de bellos recuerdos que son un tesoro para guardar ene l corazón. Besos
ResponderEliminarHanna esos momentos son insustituibles.
EliminarBesos,