jueves, 19 de septiembre de 2013

CARTA DEL JEFE SEATTLE




Este documento quizá es una carta de Noah Sealth (conocido como Seattle), Jefe Indio de los Noah Sealth, al Gran Jefe Blanco de Washington, respondiendo a la propuesta de Franklin Pierce de que vendiesen sus tierras quedándose en una reserva... O su premonitorio mensaje ante la Asamblea del Consejo de Tribus, expuesto en diciembre de 1854 con ocasión de la firma del Tratado de Point Elliot, en el cual los pieles rojas se veían obligados a ceder sus territorios a los hombres blancos... 

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¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento, ni aún el calor de la tierra? Dicha idea nos es desconocida. Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas ¿Cómo podrían ustedes comprarlos? Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada brillante mata de pino, cada grano de arena de las playas, cada gota de rocío en los oscuros bosques, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo. La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas. 

Los muertos del hombre blanco olvidan su país de origen cuando emprenden sus paseos por las estrellas; en cambio, nuestros muertos nunca pueden olvidar esa bondadosa tierra, puesto que es la madre de los pieles rojas. Somos parte de la tierra y así mismo, ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el venado, el caballo, la gran águila; estos son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia. 

Por todo ello cuando el Gran Jefe de Washington nos envía el mensaje de que quiere comprar nuestras tierras dice que nos reservará un lugar en el que podamos vivir confortablemente entre nosotros. El se convertirá en nuestro padre y nosotros en sus hijos. Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Ello no es fácil, ya que esta tierra es sagrada para nosotros. 

El agua cristalina que corre por los ríos y arroyuelos no es solamente agua, sino, también, representa la sangre de nuestros antepasados. Si le vendemos nuestra tierra deben recordar que es sagrada y a la vez deben enseñar a sus hijos que es sagrada y cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los lagos cuenta los sucesos y memorias de las vidas de nuestras gentes. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre. 

Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed; son portadores de nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también lo son suyos y, por lo tanto, deben tratarlos con la misma dulzura con la que se trata a un hermano. 

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. El no sabe distinguir entre un pedazo de tierra y otro, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana, sino su enemiga, y una vez conquistada sigue su camino, dejando atrás la tumba de sus padres sin importarle. Les secuestra la tierra a sus hijos. 

Tampoco le importa, tanto la tumba de sus padres como el patrimonio de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el firmamento, como objetos que se compran, se explotan y se venden como ovejas o piedras de colores. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solo un desierto. 

No sé, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola visita de sus ciudades apena los ojos del piel roja. Pero quizá sea porque el piel roja es un salvaje y no comprende nada. No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ni hay sitio donde escuchar como se abren las hojas de los árboles en primavera o como aletean los insectos. 

Pero quizá también esto debe ser porque soy un salvaje que no comprende nada. El ruido solo parece insultar nuestros oídos. Y después de todo, ¿para qué sirve la vida si el hombre no puede escuchar el grito solitario del chotacabras o las discusiones nocturnas de las ranas al borde de un estanque? Soy un piel roja y nada entiendo. Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el olor de ese mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado con aromas de pinos. 

El aire tiene un valor inestimable para el piel roja, ya que todos los seres comparten un mismo aliento, la bestia, el árbol, el hombre, todos respiramos el mismo aire. El hombre blanco no parece consciente del aire que respira; como un moribundo que agoniza durante muchos días es insensible al olor. Pero si les vendemos nuestras tierras, deben recordar que el aire nos es inestimable, que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El viento que dio a nuestros abuelos el primer soplo de vida también recibe sus últimos suspiros. 

Y si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben conservarlas como cosa aparte y sagrada, como un lugar donde hasta el hombre blanco pueda saborear el viento perfumado por las flores de las praderas. Por ello, consideramos su oferta de comprar nuestras tierras y si decidimos aceptarla yo pondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos. 

Soy un salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto a miles de búfalos pudrirse en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como una máquina humeante puede importar más que el búfalo, al que nosotros solo matamos para sobrevivir. 

¿Qué sería del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre moriría de una gran soledad espiritual; porque lo que suceda a los animales también le sucederá al hombre, todo va enlazado. 

Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra esta enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre; y que todo lo que le ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a si mismos. 

Esto sabemos: la tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos: todo va enlazado, como la sangre que une una familia. Todo va enlazado. Todo lo que le ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; él solo es un hijo. Lo que hace con la trama se los hace a si mismo. 

Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, queda exento del destino común. Después de todo quizá seamos hermanos. Ya veremos. Sabemos una cosa que quizá el hombre blanco descubra algún día: nuestro Dios es el mismo Dios. Ustedes pueden pensar ahora que Él les pertenece, lo mismo que desean que nuestras tierras les pertenezcan, pero no es así. El es el Dios de los hombres y su compasión se comparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco. Esta tierra tiene un valor inestimable para Él, y si se dañase provocaría la ira del Creador. También los blancos se extinguirán, quizá antes que las demás tribus. Contaminan sus lechos y una noche perecerán ahogados en sus propios residuos.

Pero ustedes caminaran hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza de Dios sobre el piel roja. Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes. 

¿Donde está el matorral? Destruido. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Termina la vida y empieza la supervivencia.
 


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Noah Sealth, con su respuesta al presidente, creó el primer manifiesto en defensa del medio ambiente y la naturaleza que ha perdurado en el tiempo. El jefe indio murió el 7 de junio de 1866 a la edad de 80 años. Su memoria ha quedado en el tiempo y sus palabras continúan vigentes.
 

 

26 comentarios:

  1. Hola Sau, buenos días

    Me viene de perlas este paréntesis que he hecho en mi vida cotidiana para leerte.

    ¿Que te puedo decir ante tanta belleza, ante tanto sentimiento?

    Pocos pieles rojas quedan en mundo, pocas personas sienten ese arraigo a la tierra a su tierra, y cuando hablo de pieles rojas hablo de todo el planeta, o mejor dicho y para ser más exacta del Mundo Civilizado NO del que nos creemos con derecho a llamarle así.

    ¿Será por eso que nunca fui capaz de pensar en arrancar mis raíces? He perdido mucho, algo muy importante al negarme a partir, pero hoy al leerte me pesa un poco menos haber tomado una decisión difícil y dura

    Elegir no es sencillo cuando te pintan un nuevo mundo maravilloso y repleto de expectativas, pero dejar la tierra, el mar, los ríos, el aire que se ha respirado desde que se ha nacido; no pisar lo que aquellos que ya no están lo hicieron antaño... es dejar morir nuestras propias raíces, nuestros orígenes.

    Ya sabes divago de nuevo, porque este post es una declaración hermosa a la vida, a la naturaleza a la Madre Tierra.

    Siempre ganan los poderosos a los ojos de los hombres pero noo triunfa sobre alma, eso que es intangible, que nos llena y nos hace crecer y sobrevivir

    Rico es quién alberga sentimientos así: Estoy convencida que esta hermosa carta está escrita con lágrimas de amor, porque tanto sentimiento es imposible plasmarlo de otra manera

    Un beso de piel roja

    Y feliz día


    pd/ intenté copiarte para pegar aquí uno de los párrafos que más me ha gustado pero... creo que no se puede :P

    Mas besos

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    1. Coté yo me declaro salvaje como los pieles rojas, no mataría por diversión, solo para comer, dejaría, si estuviera en mi mano, que la naturaleza siguiera su curso, no quiero pertenecer a ese MUNDO CIVILIZADO que arrasa los bosques como ocurre en el Amazonas y tantos lugares del sureste asiático, como ha ocurrido en toda la Tierra.

      Cada vez que veo a esos pirómanos que por el placer de ver el fuego, o por otros intereses inconfesables queman nuestros bosques veo que se quema algo nuestro, que quemamos lo que la naturaleza tardó cientos de años en "regalarnos". Cada vez que veo como contaminamos los ríos y los mares, como esquilmamos miles de especies animales y vegetales veo que estamos más huérfanos, que vamos a dejar a las futuras generaciones paisajes desiertos requemados por el sol, esa es la herencia que vamos a dejar los a veces mal llamados "humanos" a nuestros hijos, posiblemente sea humano el "salvaje piel roja", posiblemente sea humano el animal que mata para vivir y que no vive para matar.

      Es lo que tiene el ser más destructivo que pisa la Tierra, ese ser que tiene como asignatura pendiente enseñar a sus hijos que la naturaleza es nuestro hábitat y nuestro sustento y que la lucha fratricida que mantenemos con ella acabará por derrotarla, pero será nuestra derrota.

      Muchos besos de pequeño jefe "Pies Descalzos"

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  2. Impresionante carta,conmovedora, hermosa y realista como pocas.
    Desconocía su existencia,pero me ha encantado sentir esas palabras hasta la médula, notar como un zarandeo necesario a la vez que doloroso.

    Toda es aleccionadora y repito, hermosa, pero me quedo con ese retazo donde recuerda que la tierra no pertenece al hombre sino al revés, que todo va enlazado al ciclo vital y que lo que hagamos con ella-como ya vamos viendo-repercutirá de una manera u otra en nosotros.

    Es triste comprobar que lo que hemos hecho desde siempre,no es otra cosa que ir aniquilándonos...
    Besos.

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    1. Marinel los científicos calculan que mucho antes de mil años la tierra será inhabitable, pero eso a nosotros que nos importa?

      ¿Qué nos importa dejar a las nuevas generaciones un mundo mucho más degradado del que nos dejaron nuestros padres?

      ¿Y qué nos importa que en países lejanos se estén destruyendo las pocas selvas vírgenes que le quedan al planeta?

      Aquí mismo ocurre, esos incendios que en el verano asolan el país cuando en muchos casos es la mano del hombre la que los provoca, es verdad que algunos cuidan su entorno pero también es verdad que somos la máquina más destructiva jamás inventada.

      Besos,

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  3. Impresionante.
    La verdad es que tiene tanta razón en sus palabras, hay tanta sabiduría y amor por la naturaleza que habría sido un crimen no hacerle caso.
    Es cierto que el ser humano no se puede catalogar, hay de todos tipos, pero el poder corrompe, no deja ver en perspectiva y sobre todo no deja ver el valor de las cosas sencillas.
    Se creen los poderosos que pueden tomar lo que gusten con dinero o abuso de poder, y así nos luce el pelo.
    No tienen en cuenta las necesidades de nadie, solo las propias, por eso todo está destruido.
    Cierto también es que la civilización avanza y con ello y para ello ha de haber ciertos cambios, modificaciones, no podemos estancarnos en el pasado, pero eso no implica destruir la naturaleza ni sus recursos.

    Muy bonita la entrada. De verdad, pone los pelos de punta.

    Besitos mediterráneos.

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    1. Gala yo creo que esta carta tendría que ser la base de una asignatura en los colegios de todo el mundo, inculcar el amor a la naturaleza aunque nosotros los mayores la tratemos con desdén.

      Son muchos los intereses de gobiernos y multinacionales, son muchas las sangrías que aún tenemos que hacer a nuestra casa grande y llegará un momento en que la convertiremos en un secarral con grandes épocas de sequía y épocas de inundaciones.

      Muchos besos

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  4. Pero que cosas decían los salvajes. Menos mal que los civilizados los colocaron en su sitio.

    (Una carta preciosa).

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    1. Marcos menuda banda son los salvajes, como esos pequeños grupos de indios que quedan en la selva amazónica, esa que mengua día a día, indios en perfecta comunión con la naturaleza a la que cuidan porque es su sustento.

      Con lo que mola la deforestación, la eliminación de especies animales y vegetales, al final no tendremos nada que destruir.

      Qué cosas tienen los salvajes

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  5. Hace unos días decían en las noticias que ya somos muchos en el Planeta Tierra, que igual inventaban alguna cosa para enfermarnos y dejar hueco...

    Somos hijos de Gaia y debemos de honrarla y respetarla, y estamos haciendo todo lo contrario. Luego, cuando se enfada en forma de tsunami, volcán o similar, nos echamos las manos a la cabeza. Qué esperamos, si somos capaces de enviar cohetes para que llueva...

    Besos de naturaleza salvaje.

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    1. Menos mal Ion que a algunos nos queda la nube, nos ha jodío, luego nos quejamos de las inundaciones, de la sequía, de los desiertos que avanzan, pero no nos damos cuenta que todo eso lo provocamos nosotros, ese ser tan perfecto que somos...

      !RELECHESCONLOBRUTOQUESOY!!!

      Tres besos de indio cabreao, Riau, Riau.

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  6. Hola Ricardo, y eso que según nosotros era un salvaje este gran hombre, gran lección la que ha dejado y que ojala se respetase, cuanto debemos aprender de estos seres a los que se les ha arrinconado en las llamadas reservas, ellos que siempre han respetado a la madre Gaia, ellos son los apartados por nosotros para destrozar todo lo que ellos han venerado y respetado toda la vida, Ya me gustaría ser una piel roja y salvaje y poder estar a su lado.
    Conocía la carta y es magnifica, gracias por recordarmela:)

    Besotes!!

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    1. Piel roja de canillas al aire y que baila danzas de amor a la madre que nos sustenta se ofrece para hacer huerto ecológico con sus tomatillos, patatillas, cebolletas, pimientos morrones, pescadillas de enroscar, árboles frutales, repoblar bosques y retozar persiguiendo hembras fermosas de la finojosa o de donde sean.

      ¿Quiénes son los verdaderos salvajes?

      No tengo dudas

      Tres besos, tres.

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  7. Que manifisesto excelentem en defensa de su historia y el la naturaleza

    un abrazo

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    1. Así es Lapislázuli pero no tomamos nota de esas sabias palabras, lo nuestro es arrasar-

      Un abrazo,

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  8. siempre fui de indios más que de vaqueros... cuando jugaba con mi hermano a los playmobil...
    una injusticia más... como otras tantas...
    paren el mundo que me quiero bajar!!!
    bi musu...

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    1. Marieta mira que apuntarte al bando de los malos, los que siempre perdían en las películas de vaqueros, esos pobres que fueron expulsados de su tierras y arrinconados en reservas, vamos, vamos,

      Besos,

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  9. Y así, por la mano del “humano” todo va desapareciendo, nos vamos convirtiendo en asfalto mientras añoramos lleguen las vacaciones para irnos al campo (entristecido)
    Besos Saudades!!!!

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    1. Vivian así somos, nos gusta la naturaleza pero no la cuidamos, parece, en muchos casos, que fuera nuestra enemiga.

      Besos,

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  10. Siempre me ha impresionado la sabiduría de los aborígenes de toda América, tanto del Norte, como del Sur. Su forma de defender la tierra, su amor por ella... la Pachamama, como la llaman los de aquí.
    Fueron los primeros ecologistas, que terminaron descartados y desterrados en reservas miserables, en las peores condiciones de vida, sobre todo en el norte argentino.
    Gracias Sau por este post extraordinario.
    Abrazo.

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    1. Mirella ojalá hubiéramos heredado de los aborígenes ese amor por Pachamama que es la que les da su sustento, pero somos como elefante en cacharrería, la utilizamos y exprimimos y lo que es más grave, la diezmamos.

      Así somos los civilizados

      Un abrazo,

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    1. Una gran lección nos dejaron, lección que no hemos aprendido.

      Besos,

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  12. Pero... ¡¡qué cosa más preciosa nos has regalado SAU!! es cierto que las palabras de este hombre son además de el sentir de un hombre sabio, la más preciosa manifestación de ecologismo real, amor y respeto a la naturaleza que he leído... ¡¡cuantísimoque aprender de este salvaje taaan civilizado!! que ciertísimo esto que dice y siempre olvidamos:

    "Esto sabemos: la tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos: todo va enlazado, como la sangre que une una familia. Todo va enlazado. Todo lo que le ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; él solo es un hijo. Lo que hace con la trama se los hace a si mismo"


    Cuanto deberíamos aprender los mal llamados blancos civilizados de este increíble piel roja.


    Mil graaacias, mi querido SAU... pluma azul... manda a jefe SAU águila blanca un montón enooorme de besos llenos del dorado otoñal que acaba de comenzar, que su brillo te acompañe sieeempre, sieeempre allá donde vaya tu nube...¡¡JAU!! :))

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    1. Indio salvaje Sau el Desplumao acepta sabias palabras de letrada María la Inquieta, hombre blanco que vive en mundo "muy civilizado" no acepta más razón que la del dinero, no hay bosque que se le resista, para desplumarlo, no deja río con aguas cristalinas y puras, no deja de esquilmar habitantes de los mares y océanos sin darse cuenta que está continuamente tirando piedras a su tejado que más pronto que tarde se derrumbará.

      Me voy con mis amigos los indios Motilones para cortarles a tanto insulto a la inteligencia los co....

      Tres besos mientras el claro de luna me deja ver la inmensidad que me rodea.

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  13. Impresionante carta, cuanta sabiduría !! respeto por la tierra y la naturaleza y la enseñanza que nos dejaron .
    Me has hecho estremecer con tu entrada , magnífica como siempre, Un beso inmenso.

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    1. Hanna el problema es que nosotros, los civilizados, en muchas ocasiones no le hacemos caso y seguimos arrasando a la Madre Tierra.

      Besos,

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