lunes, 9 de marzo de 2015

VIDA COTIDIANA EN LA ESPAÑA DEL SIGLO DE ORO: EL SEXO




Alrededor de la Corte de los Austrias existía un amplio número de bufones y personajes monstruosos, muchos de ellos retratados a la perfección por los pinceles de Velázquez. Además de su faceta lúdica, alrededor de ellos existía cierto morbo por su mítica capacidad sexual. Y es que el sexo en la Edad Moderna tuvo un destacado papel, a pesar de la represión impuesta por la Iglesia contrarreformista. Las instrucciones de los confesores en los libros de espiritualidad o en los sermones se hacia continua referencia al sexo. Era necesario construir una moral colectiva que persiguiera el placer por lo que, desde los púlpitos, el sexo fue perseguido y se impuso el puritanismo. El propio Carlos I aconsejaba a su hijo Felipe II. "Yo os ruego, hijo, que se os acuerde de que, pues no auréys, como estoy cierto que será, tocado a otra mujer que la vuestra, que no os metáys en otras vellaqueryas después de casado, porque serya el mal y pecado muy mayor para con Dyos y con el mundo". El propio Felipe señalaba al justicia de Valencia en 1565: "hay algunas personas seglares, casadas y solteras, que biven profanamente teniendo concubinas públicas, (...) mandamos que proveays por la mexor manera que los que están en pecado sean exemplarmente castigados".

La Inquisición dirigió sus pasos hacia la eliminación de la creencia de que la fornicación no era pecado. El adulterio era severamente castigado, llegando a la muerte por apedreamiento. Todas estas represiones indican que el sexo estaba a la orden del día en el siglo de Oro español y que la sociedad no era tan pía como la Iglesia y el Estado pretendían demostrar.

A lo largo del siglo XVII empieza a ganar en popularidad  la figura del marido consentido, cornudo complaciente que no duda en prostituir a su mujer. Numerosas comedias teatrales incluyen este personaje en sus tramas y algunos se quejan del trato recibido por los amantes de sus esposas. Uno de ellos llega a reprimir al despechado amante, que convencido de que la moza se acuesta con un tercero, intenta castigar la osadía con un golpe en el rostro, diciendo el marido que él no entra en cuestiones de celos pero que en la cara no la pegue porque le daña el negocio. El marido engañado por su mujer podía ejercer la justicia por su cuenta, siempre que sorprendiera a los amantes "in fraganti". Para ello necesitaba a un testigo y tenía que matar a ambos. El honor llevaba a cumplir con la condena pero la razón llevaría a más de un marido engañado a volver la cara hacia otro lado. Numerosos viajeros extranjeros se hacen eco del desenfreno sexual que se vivía en algunos ambientes de la Corte. Brunel comentó que "no hay nadie que no mantenga a una querida o que no caiga en las redes amorosas de una prostituta".

El propio rey Felipe IV es un claro ejemplo de don Juan. Sus hijos naturales se elevan a la treintena, aunque sólo reconociera a uno, don Juan José de Austria, fruto de las relaciones con una actriz conocida como la "Calderona". Sus amantes son innumerables y se contaban entre todas las clases sociales. Tras las relaciones con el monarca, todas tenían reservado el mismo destino: el convento. Una mujer que había sido tocada por el monarca, sólo podía estar cerca de Dios. Por esta razón una cortesana rechazó el amor del rey respondiendo: "Majestad, no tengo vocación de monja". Otro de los grandes amantes del siglo XVI será don Juan de Tassis, el famoso conde de Villamediana, rival del propio Felipe IV. Los mentideros cortesanos apuntan a un posible amorío entre el conde y la reina, doña Isabel de Borbón. Don Juan murió de manera violenta, apuntándose a la mano del rey como la que ordenó su asesinato.

El clero tampoco estuvo exento de esta fiebre sexual. El celibato eclesiástico se llevaba muy mal y era frecuente la manceba que acompañaba a los sacerdotes, incluso a los inquisidores. La figura del clérigo solicitante, será duramente castigada por el Santo Oficio. Entre Toledo, Zaragoza y Granada ofrecen 320 casos entre 1540-1700. El clérigo Marco Antonio Ávila será procesado en 1608 por haber solicitado desde su confesionario los amores de 29 mujeres. La prostitución será una de las salidas más frecuentes a estos ardores sexuales con los que la sociedad aristocrática española parecía convivir. Como bien dice García Cárcel: "este despliegue de energías sexuales tuvo los contrapesos de una religiosidad obsesiva y la fijación por las pautas conductivas que marcaba el honor social".

¿Qué tendrá la carne?   !RELECHES!!!


 

16 comentarios:

  1. Et quand nous truvons nous rend fort

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  2. Buffff...tenían más lío que un nudo marinero. El sexo es una necesidad del cuerpo y una liberación para la mente, y si no, que le pregunten a las Bellas del loco Sau como andan paquípallá. Riau riau!

    Besos festivaleros!

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    1. El sexo era pecaminoso pero los mismos inquisidores y curas tenían sus mancebas y aquí el que no corre vuela, que se lo pregunten a la Bella Dorotea la que alza la ...

      Besos a troche y moche.

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  3. La hipocresía siempre ha existido. "Dime de qué presumes y te diré de qué careces". Lo natural llega a convertirse, gracias a las normas establecidas por aquellos que las incumplen, en pecado y prohibido.
    Ainsss, Sau, la jodienda (con perdón) que no tiene enmienda.
    Un besoteee.

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    1. Detalles me declaro ferviente pecador y quien esté libre de pecado... no sabe lo que se pierde, !RELECHES!!!

      Pero que cosas tenían nuestros antepasados, ahora que nadie se quedaba sin catarlo, que jodios.

      Besos.

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  4. Por mi tierra hay una frase que dice así: "la jodienda no tiene enmienda", así que es lógico que en cualquier etapa histórica el sexo esté presente incluso en el arte. El sexo forma parte de la vida, el problema empieza cuando se trata de esconderlo o se ve pecado en ello. La represión y la prohibición siempre alimenta la desproporción y convierte lo natural en algo artificial y oscuro.
    Interesante post
    Saludos

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    1. No hay nada más natural que utilizar los atributos de nuestro cuerpo para dar y sentir placer aparte de para procrear. Lo que es muy triste es que aún hoy en pleno siglo XXI en algunas religiones se ahorque al homosexual por el terrible pecado, para ellos, de nacer en un cuerpo equivocado o apedrear hasta la muerte a la adúltera, esa esclava del hombre.

      Un abrazo.

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  5. Me pregunto simplemente si este país siempre fue así de hipócrita
    predicando con el NO ejemplo
    hablas de sexo pero como podrías hablar de mil cosas
    quien hizo la ley hizo la trampa especialmente para el mismo , no?
    en fin
    ya sabes que me repatea hablar de ciertas cosas y no precisamente de sexo jajaja
    un beso

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    1. MaRía la hipocresía está a la orden del día, yo entiendo que los servidores de la Iglesia deberían poderse casar, lo veo algo tan natural que lo demás es contra natura, son seres humanos como el resto y con las mismas debilidades o necesidades y el celibato tiene muy malas consecuencias, pero todos sabemos que algunas cosas caminan varios siglos por detrás de la civilización.

      Besos.

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    2. Yo no sé si nací en una aldea "rara" Sau
      El cura que tuvimos durante muchos años, hasta que la cirrosis acabó con el, era la persona más liberal que conocí en mi infancia ,mientras las monjas nos prohibían todo y todo era pecado, este nos daba los viernes de manera voluntaria clase de sexualidad, habla de cualquier tema sin tapujos y hacía del sexo la cosa más natural del mundo ( así salimos todos los de la pandilla jajajaaaaaaaaaaaaaa- de hecho me casé con uno de los niños que iba a las clases al cabo de los años-)
      El tenía pareja , sí pareja , vivían separados, por lógica pero en cualquier evento, fiesta, excursión, etc iba con ella y los feligreses jamás rechazaron esa relación, al revés fue un hombre muy querido
      Ahora tenemos otro que es un bailón de narices jajajajajaaaaaaaaa hace corros con las señoras y anima la fiesta como pocos
      eso si es ser Iglesia, unir a las personas y predicar con el ejemplo moral, no con lo que unas leyes obsoletas dictan
      otro besito

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    3. MaRía yo he sido monaguillo, qué rico estaba el vino, más tarde hacía las fotos de comuniones, bautizos y bodas de amigos sin cobrar un duro, por afición, y tuve muy buena relación con algunos sacerdotes, gentes fenomenales pero les faltaba algo, esa compañera que la Iglesia les negaba pero que casi todos tenían bajo cuerda, muchos "sobrinos" de curas había y seguirá habiendo y es un actitud muy retrógrada en la Iglesia, son hombres y mujeres como los demás y con las mismas necesidades.

      Beso va, beso viene y que rico sabe.

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  6. Si los feligreses hacían tanto caso en esta cuestión al púlpito como Felipe II a su buen padre, entonces no me extraña que el medioevo fuera "la casa de tócame Roque".
    La respuesta de la cortesana que no quiere acabar en el convento como novia de Dios no tiene desperdicio.
    Me gustaría que se descartara el celibato como compromiso del sacerdocio, no veo porque el amor carnal está reñido con el amor a Dios. Y habría en el mundo muchos más sacerdotes, más humanos y ligados al mundo, con más hijos y menos sobrinos ;)

    Gracias Sau, rebosas ingenio. Un beso

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    1. Mere el problema de la Iglesia es que camina muy por detrás de la civilización cuando tendría que ser uno de los pilares, para los creyentes, que encabezara el movimiento al futuro. Son multitud los seminaristas o sacerdotes que abandonan por no poder regularizar como hijos a los que el mundo conoce por "sobrinos", es una pena que tengan que vivir sus necesidades como hombres y mujeres a escondidas.

      Besos.

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  7. Me hace gracia que hables de lo casanova que era Felipe IV ahora que estoy viendo la serie de tv de Alatriste, en la que claramente se muestra como en la época la sexualidad se ocultaba, pero eso no significa que no existiera ni mucho menos! Me ha encantado la frase de No tengo vocación de monja, jajajaja es la respuesta perfecta!

    Un abrazo Sau, interesante entrada ^^

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    1. Irial en todas las épocas atan a los perro con longaniza, no iba a ser menos en ese siglo tan interesante donde se ocultaban las formas aunque estaban en boca de todos. Hay cosas que no tienen enmienda.

      Un abrazo.

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