STRADIVARIUS Y EL PÁJARO DE CUENTAS

Amanece, me estiro, doy el grito de Sau, la aldea aún duerme, vagos más que vagos, me doy media vuelta y a roncar que el jefe es el jefe. Paso el tiempo en el edén de mis sueños rodeado de ninfas, rodeado de sus caricias y en lo mejor cubo de agua que me lanza la Bella Dorotea.

Empezamos bien la mañana, uno que estaba en el paraíso de mi nube y va mi media lenteja, si quieres la comes y si no la dejas, y me pone como una sopa, no hay derecho, ni izquierdo, que el jefe de la aldea no puede consentir que pisen sus sueños.

Me levanto, me hago unas flexiones, bueno, mejor una flexión que la vida es muy dura, la Bella Dorotea se pone en jarras esperando mis acometidas amorosas, se queda con las ganas por bruja, pego un grito que rompe la cristalería de Bohemia, aparece Stradivarius ensillado y todo, le monto al estilo Sau, salto con pértiga, salimos como salen las balas, disparados.

Allá a lo lejos se ve la aldea de Navaltempujo y Cuesta Arriba, nuestra aldea, pero nos espera el universo, nos esperan caminos no transitados, nos esperan esas flores que nos puso Dios o el diablo, a saber, que con mirada lánguida nos engañan y penetran en el corazón, blandengue que es uno, nos metemos por la senda de los suspiros, suspiramos, seguimos, frenazo que te pego, a la orilla de un riachuelo cantarín que baja de las montañas nos encontramos a una linda flor cantando una canción, habla de las aventuras y desventuras del loco, mujeriego picaflores Sau, saco pecho, no hay, me acerco con paso firme, tropezón y allá va el loco Sau, son los nervios, la saludo cortesmente, baja los ojos mimosones, la jodimos ya me ha conquistado.

Me quito ropajes, tolón tolón repicando, carrerilla, me lanzo al agua, !cataplofff! el loco Sau aparece flotando boca arriba desmayado, la Bella Susanita, así se llama la susodicha se lanza en picado a salvar a ese desecho de la humanidad, lo salva con el boca a boca y tiro por que me toca, se alarga la cosa, me hago el adormilado mientras ella besa que te besa y por fin la amarro a mi puerto, y amarrados estamos dando rienda suelta a nuestras necesidades que son muchas.

Stradivarius pensando para sus adentros "si no lo veo no lo creo" y me deja por imposible mientras mordisquea hierba fresca, que a falta de yegua buena es.

Y pasan las horas, los días y allí siguen los dos palomos olvidados de que existe el mundo mientras retozan y retozan.

Así es la vida, un frenesí...


Saudades - 2015