jueves, 26 de septiembre de 2013

¿QUIJOTE O SANCHO?




Esta obra está en la cúspide de esa pirámide que a través de los siglos ha formado la Literatura Universal, y es por cierto española:

Seguir paso a paso las aventuras de este "hidalgo de solar conocido" por trochas, vericuetos y posadas en la España del siglo XVI, es tanto un sano ejercicio para la mente, saturada de triunfalismos imperiales y dogmáticos integrismos, como un deleite espiritual y frecuentemente regocijante en los contrastes dialécticos que se desprenden de los hechos relatados. Así podrá escribir Ganivet en su Idearium español: "El entendimiento que más hondo ha penetrado en el alma de nuestra nación, Cervantes...., en su libro inmortal, separó en absoluto la justicia española de la justicia vulgar de los Códigos y Tribunales; la primera la encarnó en Don Quijote y la segunda, en Sancho Panza. Los únicos fallos judiciales moderados, prudentes y equilibrados que en el Quijote se contienen son los que Sancho dictó durante el gobierno de su insula; en cambio, los de Don Quijote son aparentemente absurdos, por lo mismo que son de justicia trascendental; unas veces peca por carta de más y otras por carta de menos; todas sus aventuras se enderezan a mantener la justicia ideal en el mundo, y en cuanto topa con la cuerda de galeotes y ve que allí hay criminales efectivos, se apresura a ponerlos en libertad. Las razones que Don Quijote da para liberar a los condenados a galeras son un compendio de las que alimentan la rebelión del espíritu español contra la justicia positiva, Hay, si, que luchar porque la justicia impere en el mundo; pero no hay derecho a castigar a un culpable mientras otros se escapan por las rendijas de la ley; que al fin la impunidad general se conforma con aspiraciones nobles y generosas, aunque contrarias a la vida regular de las sociedades, en tanto que el castigo de los unos y la impunidad de los otros son un escarnio de los principios de justicia y de los sentimientos de humanidad a la vez."

Sin identificar a Don Quijote con Cervantes, aunque la simbiosis entre el escritor y sus criaturas sea más frecuente en las fabulaciones literarias de lo que la gente se imagina, no cabe duda que en esta aventura Cervantes pone una especial complacencia. Conocía la prisión, sabía de la dura suerte de los condenados a galeras y no tenía muy buena opinión de la justicia positiva, pues sabía por propia experiencia que por las rendijas de la ley se escapaban no pocos delincuentes.

Como fiel cronista, nos cuenta Cervantes que iban Don Quijote y su escudero Sancho en su plática refranera y filosofante cuando se encontraron con una cuerda de galeotes conducidos por sus guardianes. El caballero desfacedor de entuertos dedujo con buen sentido que iban presos "de por fuerza y no por su voluntad". Pero, como cualquier hombre de buena razón, no se conformó con lo que veía, sino que inquirió de los galeotes los motivos y razones por las cuales habían sido castigados. Los galeotes se despacharon a su gusto. Unos se declararon culpables y otros inocentes, y todos se lamentaron de sus condenas y sufrimientos. A la vista de lo que oyó, Don Quijote, siempre magnánimo y dichoso por complacer a los oprimidos, le "parece duro caso hacer esclavos a los que Dios hizo libres", y dice a sus guardianes: "que estos pobres no han cometido nada contra vosotros; allá se lo haya cada uno con su pecado; Dios hay en el cielo, que no se descuida de castigar al malo y premiar al bueno, y no es bien que los hombres honrados sean verdugos de los otros hombres no yéndoles nada en ello."

Como los guardianes no se avinieran a complacer la demanda del bueno de Don Quijote, éste arremetió denodadamente contra los malandrines que se permitían contrariar los altos designios de la justicia -de su justicia empapada de humanismo-, y con la ayuda de su fiel Sancho Panza y los mismos galeotes, logró la liberación de los cautivos.

De la recompensa que obtuvo Don Quijote por su noble hazaña, nos dice el quijotesco Don Miguel de Unamuno, que apenas vio a los galeotes sueltos los llamó para decirles "que de gente bien nacida es agradecer los beneficios que reciben, y uno de los pecados que más a Dios ofenden es la ingratitud", por lo cual les mandó que fueran cargados de cadenas a presentarse ante la señora Dulcinea del Toboso. Los desdichados, llenos de miedo no fuese que les prendiese de nuevo la Santa Hermandad, respondieron por boca de Ginés de Pasamonte que no podían cumplir lo que Don Quijote les pedía, y se lo mudase en alguna cantidad de avemarías y credos. Irritó al Caballero, que era pronto a la cólera, el desenfado de Pasamonte, y le reprendió. Y entonces hizo éste del ojo a sus compañeros, y apartándose comenzaron a llover tantas y tantas piedras sobre Don Quijote....que dieron con él en el suelo...."

Una vez en tierra, le golpearon y le despojaron de la ropilla y a Sancho le dejaron sin pelliza. Fue entonces cuando, viéndose en tierra aporreado y robado, dijo a su escudero:

-Siempre, Sancho, lo he oído decir, que el hacer bien a villanos es echar agua en el mar; si yo hubiera creído lo que me dijiste, yo hubiera excusado esta pesadumbre; pero ya está hecho, paciencia y a escarmentar para desde aquí en adelante.

A lo que su escudero respondió: -Así escarmentará su merced como yo soy turco.

Afortunadamente, Don Quijote no escarmentó entonces para bien de todos los quijotes que en el mundo han sido y que seguirán siendo para que los hombres seamos cada vez mejores y más conscientes en la estricta justicia que nos debemos. La libertad no es un juego que puede quedar al arbitrio y capricho de los muñidores de intereses. Don Quijote, como Cervantes, conoce bien su calor, y en otro lugar el caballero de los grandes ideales dirá a su escudero:

-La libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida.

Uno de los pasajes más hermosos que enfrentan dialécticamente el realismo sanchopancesco con el quijotesco idealismo es el de la insólita penitencia a que se somete Don Quijote, imitando a Amadís cuando se sintió desdeñado por Oriana. Mientras él se queda en la sierra dando zapatetas e hilvanando oraciones en un paisaje de alcornoques, envía a Sancho con una carta a su amada Dulcinea del Toboso. Se trata de un verdadero juego de despropósitos, ya que Aldonza no sabe leer ni Sancho se acuerda de llevar la carta. Pero, al regreso del olvidadizo y realista Sancho, el caballero le interroga y entre ambos se establece el siguiente dialogo:

-Llegaste y, ¿qué hacía aquella reina de la hermosura? A buen seguro que la hallaste ensartando perlas o bordando alguna empresa con oro de cañutillo, para éste su cautivo caballero.

No la hallé -respondió Sancho- sino ahechando dos hanegas de trigo en un corral de su casa.

-Pues ha la cuenta -dijo Don Quijote- que los granos de aquél trigo eran granos de perlas tocados de sus manos y, si miraste, amigo, ¿el trigo era candeal o trechel?

-No era sino rubión -respondió Sancho.

La obsesiva locura idealista de Don Quijote, empeñado en transformar las cosas y transmutarlas según sus deseos, no tiene límites. No eran perlas, pero lo parecían, y si admite que era trigo, tenía que ser del mejor. Don Quijote no se cansa de soñar, no entrega nunca las armas por mucho que Sancho se afane en derribar sus castillos de arena. A este respecto escribe Unamuno: "Vino a perder el juicio. Por nuestro bien lo perdió; para dejarnos eterno ejemplo de generosidad espiritual. Con juicio, ¿hubiera sido tan heroico? Hizo en aras de su pueblo el más grande sacrificio: el del juicio. Llenósele la fantasía de hermosos desatinos, y creyó ser verdad lo que es sólo hermosura. Y lo creyó con fe tan viva, con fe engendradora de obras, que acordó poner en hechos lo que su desatino le mostraba, y en puro creerlo hízolo verdad".

Así, continua imaginando exquisiteces donde sólo hay vulgaridad.

-Cuando le diste la carta ¿besóla?, ¿púsola sobre la cabeza?, ¿hizo alguna ceremonia digna de tal carta o que hizo?

-Cuando yo se la iba a dar -respondió Sancho-, ella estaba en la fuga del meneo de una buena parte de trigo que tenía en la criba, y díjome: Poned, amigo, esta carta sobre aquél costal que no la puedo leer hasta que acabe de acribar todo lo que aquí está.

-Pero no me negarás, Sancho, una cosa: cuando llegaste junto a ella, ¿no sentiste un olor sabeo, una fragancia aromática y un no se qué de bueno, que yo no acierto a dalle nombre? Digo, ¿un tuho o tufo como si estuviera en la tienda de algún curioso guantero?

-Lo que sé decir, es que sentí un olorcillo algo hombruno; y debía ser que ella, con el mucho ejercicio, estaba sudada y algo correosa.

Y así siguen largo rato sin retroceder en sus propias convicciones, sin cansarse en esta batalla de lo que es y lo que se desearía que fuera.

¿Qué joya fue la que te dio al despedirte, por las nuevas que de mi le llevaste?

-Ahora sólo se debe acostumbrar a dar un pedazo de pan y queso, que esto fue lo que me dio mi señora Dulcinea, por las bardas del corral, cuando della me despedí, y aún para más señas, era el queso ovejuno.

Don Quijote acepta esta realidad sin objeciones, pero continúa aferrado a lo maravilloso y piensa que Dulcinea "es liberal en extremo y si no te dio joya de oro, sin duda, debió ser porque no la tendría allí a la mano para dártela, pero buenas son mangas después de pascua".

Para el héroe cervantino no hay desfallecimiento en su labor de tejer fantasías; su vida es un continuo acto de fe de todo lo leído en los libros que le hicieron perder el juicio a lo largo de tantas noches en claro. Y si Aldonza se transforma en Dulcinea y los molinos en gigantes, la bacía de barbero llega a ser, gracias a la magia de su poder transformador, el yelmo de Mambrino, contra la fría y aplastante lógica de Sancho, para el que "....quien oyere a vuestra merced que una bacía de barbero es el yelmo de Mambrino y que no salga deste error en más de cuatro días, ¿qué ha de pensar sino que quien tal dice y afirma debe de tener güero el juicio?".

Hace falta mucha locura para ver un yelmo en una bacía, pero Don Quijote la tiene, oye las palabras de Sancho y las desoye por obra y gracia de su espléndido poder de auto convicción, y, cuando los argumentos son definitivos, impasible contesta: "¿... es posible que en cuanto ha que andas conmigo no has echado de ver que todas las cosas de los caballeros andantes parecen quimeras, necedades y desatinos, y que son todas hechas al revés?".

En este caso concreto Don Quijote admite que allí, aparentemente, hay una bacía de barbero, pero es "... porque andan entre nosotros siempre una caterva de encantadores que todas nuestras cosas mudan y truecan y las vuelven según sus gustos". Al llegar a este punto, se tambalearía la seguridad de Sancho; su amo ha echado mano de algo que él tiene que aceptar, la existencia de encantadores; y se dejará convencer cuando Don Quijote le dice "... y así, eso que a ti te parece bacía de barbero, me parece a mi el yelmo de Mambrino y a otro le parecerá otra cosa".

.................

He aquí el margen de interpretación que nos ofrece la novela inmortal de Cervantes: para los soñadores, un yelmo; para los que sólo ven lo que tiene ante los ojos y cortan las alas a su imaginación, una vulgar bacía.

En todos los capítulos del Quijote, exceptuando el último, se produce el juego de las trasmutaciones de cosas y personas. Hay ventas, mujerzuelas, bacías y rebaños para el que sólo vive; para el que sueña, hay castillos, doncellas, gigantes, Dulcineas, yelmos y ejércitos.

Cada cual se quede con la ración de idealidad o de realidad que más le convenga.


 

lunes, 23 de septiembre de 2013

"LA CASA DE LAS FLORES"





Del libro "Confieso que he vivido", memorias de Pablo Neruda:

Con Federico y Alberti, que vivía cerda de mi casa en un ático sobre una arboleda, la arboleda perdida, con el escultor Alberto, panadero de Toledo que por entonces ya era maestro de la escultura abstracta, con Altolaguirre y Bergamín; con el gran poeta Luis Cernuda, con Vicente Aleixandre, poeta de dimensión ilimitada, con el arquitecto Luis Lacasa, con todos ellos en un sólo grupo, o en varios, nos veíamos diariamente en casas y cafés.

De la Castellana o de la cervecería de Correos viajábamos hasta mi casa, la casa de las flores, en el barrio de Argüelles. Desde el segundo piso de uno de los grandes autobuses que mi compatriota, el gran Cotapos, llamaba "bombardones", descendíamos en grupos bulliciosos a comer, beber y cantar. Recuerdo entre los jóvenes compañeros de poesía y alegría a Arturo Serrano Plaja, poeta; a José Caballero, pintor de deslumbrante talento y gracia; a Antonio Aparicio, que llegó de Andalucía directamente a mi casa; y a tantos otros que ya no están o que ya no son, pero cuya fraternidad me falta vivamente como parte de mi cuerpo o sustancia de mi alma.

!Aquél Madrid! Nos íbamos con Maruja Mallo, la pintora gallega, por los barrios bajos buscando las casas donde venden esparto y esteras, buscando las calles de los toneleros, de los cordeleros, de todas las materias secas de España, materias que trenzan y agarrotan su corazón. España es seca y pedregosa, y le pega el sol vertical sacando chispas de la llanura, construyendo castillos de luz con la polvareda. Los únicos verdaderos ríos de España son sus poetas; Quevedo, con sus aguas verdes y profundas, de espuma negra; Calderón, con sus sílabas que cantan; los cristalinos Argensolas; Góngora, río de rubíes.

Vi a Valle Inclán una sola vez. Muy delgado, con su interminable barba blanca, me pareció que salía de entre las hojas de sus propios libros, apresado por ellas, con un color de página amarilla.

A Ramón Gómez de la Serna le conocí en su cripta de Pombo, y luego lo vi en su casa. Nunca puedo olvidar la voz estentórea de Ramón, dirigiendo, desde su sitio en el café, la conversación y la risa, los pensamientos y el humo. Ramón es para mí uno de los más grandes escritores de nuestra lengua, y su genio tiene de la abigarrada grandeza de Quevedo y Picasso. Cualquier página de Ramón Gómez de la Serna escudriña como un hurón en lo físico y en lo metafísico, en la verdad y en el espectro, y lo que sabe y ha escrito sobre España no lo ha dicho nadie sino él. Ha sido el acumulador de un universo secreto. Ha cambiado la sintaxis del idioma con sus propias manos, dejándolo impregnado con sus huellas digitales que nadie puede borrar.

A don Antonio Machado lo vi varias veces sentado en su café con su traje negro de notario, muy callado y discreto, dulce y severo como árbol viejo de España. Por cierto que el maldiciente Juan Ramón Jiménez, viejo niño diabólico de la poesía, decía de él, de don Antonio, que éste iba siempre lleno de cenizas y que en los bolsillos sólo guardaba colillas.

Juan Ramón Jiménez, poeta de gran esplendor, fue el encargado de hacerme conocer la legendaria envidia española. Este poeta que no necesitaba envidiar a nadie puesto que su obra es un gran resplandor que comienza con la oscuridad del siglo, vivía como un falso ermitaño, zahiriendo desde su escondite a cuanto creía que le daba sombra.

Los jóvenes -García Lorca, Alberti, así como Jorge Guillén y Pedro Salinas- eran perseguidos tenazmente por Juan Ramón, un demonio barbudo que cada día lanzaba su saeta contra éste o aquél [....]

Neruda y otros genios como él.

 

jueves, 19 de septiembre de 2013

CARTA DEL JEFE SEATTLE




Este documento quizá es una carta de Noah Sealth (conocido como Seattle), Jefe Indio de los Noah Sealth, al Gran Jefe Blanco de Washington, respondiendo a la propuesta de Franklin Pierce de que vendiesen sus tierras quedándose en una reserva... O su premonitorio mensaje ante la Asamblea del Consejo de Tribus, expuesto en diciembre de 1854 con ocasión de la firma del Tratado de Point Elliot, en el cual los pieles rojas se veían obligados a ceder sus territorios a los hombres blancos... 

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¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento, ni aún el calor de la tierra? Dicha idea nos es desconocida. Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas ¿Cómo podrían ustedes comprarlos? Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada brillante mata de pino, cada grano de arena de las playas, cada gota de rocío en los oscuros bosques, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo. La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas. 

Los muertos del hombre blanco olvidan su país de origen cuando emprenden sus paseos por las estrellas; en cambio, nuestros muertos nunca pueden olvidar esa bondadosa tierra, puesto que es la madre de los pieles rojas. Somos parte de la tierra y así mismo, ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el venado, el caballo, la gran águila; estos son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia. 

Por todo ello cuando el Gran Jefe de Washington nos envía el mensaje de que quiere comprar nuestras tierras dice que nos reservará un lugar en el que podamos vivir confortablemente entre nosotros. El se convertirá en nuestro padre y nosotros en sus hijos. Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Ello no es fácil, ya que esta tierra es sagrada para nosotros. 

El agua cristalina que corre por los ríos y arroyuelos no es solamente agua, sino, también, representa la sangre de nuestros antepasados. Si le vendemos nuestra tierra deben recordar que es sagrada y a la vez deben enseñar a sus hijos que es sagrada y cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los lagos cuenta los sucesos y memorias de las vidas de nuestras gentes. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre. 

Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed; son portadores de nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también lo son suyos y, por lo tanto, deben tratarlos con la misma dulzura con la que se trata a un hermano. 

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. El no sabe distinguir entre un pedazo de tierra y otro, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana, sino su enemiga, y una vez conquistada sigue su camino, dejando atrás la tumba de sus padres sin importarle. Les secuestra la tierra a sus hijos. 

Tampoco le importa, tanto la tumba de sus padres como el patrimonio de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el firmamento, como objetos que se compran, se explotan y se venden como ovejas o piedras de colores. Su apetito devorará la tierra, dejando atrás solo un desierto. 

No sé, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola visita de sus ciudades apena los ojos del piel roja. Pero quizá sea porque el piel roja es un salvaje y no comprende nada. No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ni hay sitio donde escuchar como se abren las hojas de los árboles en primavera o como aletean los insectos. 

Pero quizá también esto debe ser porque soy un salvaje que no comprende nada. El ruido solo parece insultar nuestros oídos. Y después de todo, ¿para qué sirve la vida si el hombre no puede escuchar el grito solitario del chotacabras o las discusiones nocturnas de las ranas al borde de un estanque? Soy un piel roja y nada entiendo. Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el olor de ese mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado con aromas de pinos. 

El aire tiene un valor inestimable para el piel roja, ya que todos los seres comparten un mismo aliento, la bestia, el árbol, el hombre, todos respiramos el mismo aire. El hombre blanco no parece consciente del aire que respira; como un moribundo que agoniza durante muchos días es insensible al olor. Pero si les vendemos nuestras tierras, deben recordar que el aire nos es inestimable, que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El viento que dio a nuestros abuelos el primer soplo de vida también recibe sus últimos suspiros. 

Y si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben conservarlas como cosa aparte y sagrada, como un lugar donde hasta el hombre blanco pueda saborear el viento perfumado por las flores de las praderas. Por ello, consideramos su oferta de comprar nuestras tierras y si decidimos aceptarla yo pondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos. 

Soy un salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto a miles de búfalos pudrirse en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como una máquina humeante puede importar más que el búfalo, al que nosotros solo matamos para sobrevivir. 

¿Qué sería del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre moriría de una gran soledad espiritual; porque lo que suceda a los animales también le sucederá al hombre, todo va enlazado. 

Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra esta enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre; y que todo lo que le ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a si mismos. 

Esto sabemos: la tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos: todo va enlazado, como la sangre que une una familia. Todo va enlazado. Todo lo que le ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; él solo es un hijo. Lo que hace con la trama se los hace a si mismo. 

Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo, queda exento del destino común. Después de todo quizá seamos hermanos. Ya veremos. Sabemos una cosa que quizá el hombre blanco descubra algún día: nuestro Dios es el mismo Dios. Ustedes pueden pensar ahora que Él les pertenece, lo mismo que desean que nuestras tierras les pertenezcan, pero no es así. El es el Dios de los hombres y su compasión se comparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco. Esta tierra tiene un valor inestimable para Él, y si se dañase provocaría la ira del Creador. También los blancos se extinguirán, quizá antes que las demás tribus. Contaminan sus lechos y una noche perecerán ahogados en sus propios residuos.

Pero ustedes caminaran hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza de Dios sobre el piel roja. Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes. 

¿Donde está el matorral? Destruido. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Termina la vida y empieza la supervivencia.
 


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Noah Sealth, con su respuesta al presidente, creó el primer manifiesto en defensa del medio ambiente y la naturaleza que ha perdurado en el tiempo. El jefe indio murió el 7 de junio de 1866 a la edad de 80 años. Su memoria ha quedado en el tiempo y sus palabras continúan vigentes.
 

 

lunes, 16 de septiembre de 2013

LA RAZÓN DE SER




No hay en toda Europa una unidad nacional más antigua que la nuestra. España fue el primer país europeo que sintió la idea de nación y la impuso en toda la faz de su territorio, lo que no impidió, naturalmente, que quedase aquí una barretina, por ejemplo; allí una gaita, allá un baile o una canción y acullá una manera peculiar de guisar el arroz o el bacalao. Estos residuos históricos son lo que algunos llaman hechos diferenciales, y los hay en todas partes. Los hay en Cataluña con respecto a España, y en Barcelona con respecto a Cataluña, y en la rambla de Canaletas con respecto a la rambla en general. En todas partes hay hechos diferenciales, pero la cuestión está en si debe uno cultivarlos o debe, por el contrario, dedicarse al cultivo de los hechos igualatorios.

 

Pero a día de hoy el nacionalismo se ha convertido en un gran negocio, con el actual sistema electoral que premia a las minorías locales los nacionalismos separatistas se han convertido en los grupos políticos que realmente nos dirigen, al necesitarlos los partidos que gobiernan, y siempre, su principal cometido es tensar cada vez más la cuerda.

 

Y por una parte espero que se rompa más pronto que tarde esa cuerda, así dejaremos de oír a esas plañideras profesionales, así, los que quedemos,  lucharemos por avanzar unidos, sin mirar en qué se diferencia nuestra aldea de la del vecino.

 

Pero por otra parte está esa gran mayoría de catalanes,  vascos o gallegos que sintiéndose muy de su tierra no por ello desean dejar de sentirse  españoles ya que no está reñido lo uno con lo otro.

 Pero ya se encargarán los nacionalistas de apretarles más las tuercas, de seguir con la eterna cantinela de que “Madrid nos roba”, cuento que ya no cala nada más que en el rebaño, ese que han cegado y nada ni nadie le sacara de su ceguera voluntaria.

 

 

Saudades - 2013

 

lunes, 9 de septiembre de 2013

CUADERNO DE CAMPO PARA LOS NACIONALISTAS




Si hay un fenómeno político que me fascina es el nacionalismo… siempre me resulta interesante observarlo y analizarlo porque entre otras cosas me dice mucho de cómo piensan algunas gentes, de cómo se constituyen las sociedades o como se trazan las líneas en un mapa a gusto de cada cual.

¿Se pueden constituir países nuevos hoy en día? Si es así… ¿qué requisitos deben tener?  ¿Puedo hacer yo mi propio país?

Lo que va siendo más difícil es declararse independiente sin más de un país que ya es soberano él mismo, aún así hay gente que persigue denodadamente este objetivo, se les llama “nacionalistas”, aunque el término siempre me ha sorprendido. Detrás de un nacionalista tiene que estar una nación, pues no oiga, nunca han sido nación ni nada que se le parezca, esta gente, esta “casta de iluminados” deberían ser “regionalistas”, ¿o no es así?, pues siguen siendo parte de una nación de verdad, aunque no les guste, ya lo sabemos, pero ajo y agua.

Yo diría que es primordial, y con grandes posibilidades de éxito, que la parte de los mal llamados “nacionalistas” estén respaldados por la distancia del país soberano, y que esté incluido en la misma como colonia, así ha ocurrido a lo largo de la Historia con la independencia de nuestras colonias de ultramar. Otro motivo para rascarse la coronilla, los nacionalistas me refiero.

Me cago en la leche… estos tipos no cumplen ningún requisito. Tampoco son de una raza o etnia distinta, ni han tenido guerras, ni tampoco masacres.

PERO… PERO… ¿QUÉ PASA SI NO TENGO NADA EN QUE BASAR MI INDEPENDENCIA???? 

SI  NADA MÁS QUE ES POR VER SI CUELA… piensan para sus adentros estos iluminados.

Pero hay dos recursos muy utilizados que vienen en dos fases que incluso se interconectan y sobre ponen a veces mutuamente, a saber:

A. Victimísmo histórico.

B. Ahora te vas a enterar… (es decir, por collons)

Si no pueden encontrar argumentos históricos de peso para apoyar sus intenciones… ya va siendo hora de inventárselos.

Ejemplo práctico: Buscar cualquier batalla perdida de hace no sé cuántos siglos… maquillarla presentándose como la víctima y hacer ver que las heridas sufridas por vuestros tataratataratatra… tatarabuelos aún te duelen y están frescas en vuestras carnes como si la alabarda o el estoque las hubiera penetrado ayer mismo.

Esto es bastante fácil, en la edad media cualquier conde o marquesito se iba a la guerra contra otro conde o marquesito. El rollo es el siguiente: Todas las tierras que conforman vuestra actual región fueron obtenidas limpiamente en gallarda batalla, nunca equiparar la conquista y anexión con una carnicería de sangre y búsqueda de poder, todo lo que forma vuestro territorio es vuestro, y fue liberado hace siglos del demonio Castilla, que ese demonio mola un montón para cualquier nacionalista que se precie, ¿estamos de acuerdo?

Y por eso los nacionalistas catalanes empezaron a celebrar en 1977, después de la muerte de su maestro, el dictador, una fiesta folclórica llamada con gran pompa la “Diada Nacional de Cataluña”, y convirtieron una guerra con dos pretendientes a la corona de España tras la muerte de Carlos II sin sucesión... en una guerra de  España contra Cataluña, !Manda Collons!, eso mola un montón y al pobre hombre conocido por Casanova le rinden homenaje como héroe nacional, ocultando claro está que luchaba por un pretendiente a la corona de España y que no se entere nadie, so pena de palizón y tentetieso que ese famoso 11 de septiembre de 1.714 el valeroso y nunca suficientemente ponderado Casanova escapó por mar disfrazado de monje de esa Barcelona sitiada por las tropas del pretendiente francés.

Pero donde no hay se inventa, ¡RELECHES!!!

Ahora, punto importante: todos aquellos territorios, (ficticios o reales, es lo mismo) que perdisteis en batallas de similares características a la anterior, os han sido ARREBATADAS vilmente con injusticia y cobardía (nocturnidad y alevosía), no desanimaros, algún día serán restituidos esos territorios (ejemplo: los inventados Països Catalans) con un par y adelante valerosos caballeros.

Lo más importante: cuando tu región haya sido anexionada como otras muchas y forme un país prospero… así hayan pasado cinco siglos esto solo ha sido un lapsus, un intermedio impuesto por las armas donde la libertad se coarta a punta y filo de espada por el bárbaro invasor (ojo, mejor centrarse en el hecho de la “invasión” si no te diferencias físicamente de tu “invasor” en otra cosa que el acento). Si las cosas van mal,  es culpa de la potencia invasora… independiente habrías llegado mucho más lejos (como los de Ikea).

Esto es la parte A del plan… ahora viene la parte B: vamos a imaginar que consigues la independencia y alguno de los territorios que conforman tu país quiere independizarse el mismo.

 !!! Herejía!!!

Estos mencionados territorios pasarían a ser traidores, insolidarios y rastreros ¡coño! ¿A ver que les has hecho tú para que se vayan? Nada sin duda, han sido contaminados por la sed de poder y réditos políticos de sus gobernantes, los cuales podríamos decir que los tienen bajo el hechizo de sus cantos de sirena, es necesario que entiendan que forman parte de ti, como tú eres parte de ellos, si no lo entienden peor, una guerra y santas pascuas. Pero esto ya es adelantar demasiados acontecimientos, primero fundamos nuestro país y luego nos ocupamos de estos traidores rompe-mapas.

Otro ejemplo más de victimismo: Sin duda tu territorio tendrá un idioma propio, por ejemplo el  “catalán”, hasta el siglo XVIII conocido por "lemosín" y que proviene del provenzal. Esto es una de las bazas más importantes con las que cuentas para crear confrontaciones y alimentar el fuego sagrado del victimismo de tu equipo. Los que no quieren tragar con la imposición del idioma propio, en el ejemplo que nos ocupa,  el catalán, pues se lo metes incluso a presión, en los periódicos, en la televisión, en la enseñanza a los hijos del enemigo, en el rotulado de sus comercios, en la relación con la administración, eso sí que jode.

Llorarás y patalearás por cualquier sitio donde te escuchen sobre lo marginados que están los hablantes de tu idioma, acto seguido a la salida de ¿pero es qué el inglés lo habla todo el mundo… por qué tenemos que aprender catalán por collons?  abofetearás al que haya destapado semejante comentario y le aleccionarás sobre el hecho de que los idiomas no son instrumentos de comunicación ni valen para hablar con cuanta más gente mejor, los idiomas definen a un pueblo y junto a su cultura deben defenderse, aunque sean inútiles en el mundo globalizado en el que vivimos. 

ARREGLANDO LA HISTORIA

Ya he comentado antes la necesidad de “adecuar” la historia a los objetivos últimos de la separación, la independencia, la libertad…

Crea una falsa leyenda de que los habitantes de la totalidad odian a los de tú región, lo cual ayudó a romper lazos que puedan haber aparecido entre los habitantes de tu región y las de otras. Acuérdate de aquél cabo primero de la mili que no te dejó usar su champú  y achácalo al hecho indiscutible de que no le caías bien solo por el sitio de que procedías.

Demasiada gente sale de las facultades de historia, demasiados historiadores, algunos incluso se niegan a participar de esta “reconstrucción” de los hechos, ignóralos, condénalos al ostracismo y promueve la contratación en todos los puestos y proyectos subvencionados por tu gobierno regional de los historiadores-juntaletras que se den cuenta de la importancia que tiene ARREGLAR la historia.

El independentismo no para nunca, tampoco el nacionalismo, tenlo en mente. ¿Crees que la independencia es el fin del camino? cuán equivocado estás, no es más que el principio. Siempre habrá algún territorio más que reclamar, alguna ventaja más de la que aprovecharse y por supuesto la certeza de que podrás tapar tus errores echándole la culpa de todo al país del que antes formabas parte, que sin ninguna duda la tendrá.

Es un camino largo y tedioso el del independentismo, hay algún majadero que dice que un país soberano jamás estaría dispuesto a perder sus territorios para dárselos a quienes los habitan circunstancialmente hoy en día, puuuffff, que sabrán ellos. Los más aventurados defienden que sin una masacre de por medio es imposible que todos los habitantes de una región decidan tomar las de Villadiego, esto es lo que necesitas cambiar, utiliza el arma de la algarada, de la cadena humana con los engañados, utiliza el mantra de "Madrid nos roba" aunque Madrid aporte mucho más a las arcas del Estado y reciba de este tres veces menos que Cataluña, sabes que los gobernantes de esa nación opresora nunca se han atrevido a enfrentarse al nacionalismo-separatismo inventado hace 100 años, metro más o menos, les falta ese par y esa patada en la mesa para poner las cosas en su sitio, nunca se atreverán a ilegalizar a tanto partido separatista como hemos inventado, eso sólo ocurriría en una democracia seria, la de España es barriobajera y acojonada, o no es así?

Y puestos ya en situación, ¿por qué no empiezas a independizarte del nuevo país por ti creado? Tú tienes una finca, una torre con un inmenso jardín que mira al mediterráneo. Si la has pagado y vives allí, ¡INDEPENDIZATE!, ten siempre presente que tu vecino no te gusta, que cuando vivías en la ciudad el vecino del sexto era tu enemigo…  !!!VIVA LA INDEPENDENCIA!!!
 
De ESTAFAS a su pueblo los nacionalismos son grandes maestros, son ya dos generaciones educadas en el odio a todo lo español, educadas en grandes patrañas que nada tienen que ver con su historia real. El mundo de la cultura en Cataluña es la Administración repartiendo subvenciones, cargos, creando instituciones solo para colocar a los abducidos, la mayoría de la intelectualidad se ha plegado al nacionalismo, por ideología o por la sustanciosas prebendas, las televisiones públicas son máquinas de propaganda que poco a poco lavan el cerebro de las masas.

!Qué pena de España, en que manos está!!!
 

martes, 3 de septiembre de 2013

ARREANDO QUE ES GERUNDIO




Amanece, se me abre un ojo, sábanas fuera, me levanto como un resorte, desayuno, me ducho barrios altos y barriobajeros, me visto de explorador, salgo, me voy a explorar la ciudad, llego a un parque con patos, meto la pata en un hoyo y se me queda encajada, no sale la mamona, pues como se ponga chula allí se queda, pata con patos, la riego, se ablanda la tierra, sale magullada, sigo explorando, me subo a un árbol a otear, oteo, nada digno de ser mirado, bajo, me siento en la silla de Saudades I, saco de la mochila una cerveza, rica está la jodía, me estiro y me quedo tan pancho, pasa un bombón, me lo comería sorbo a sorbo, beso a beso, palmo a palmo, no lo catarás mamón, levanto mi cuerpo que chirría, falta de engrase, me voy para el horizonte a la carrera, a la carrera se aleja el jodío, es la guerra interminable, nunca le alcanzo, es una espinita que tengo clavada de toda la vida pero ya le espero, ya, me paro, me rindo de momento, veo una pared vertical y un alpinista subiendo mientras otro baja, hay cola, pido la vez, me dan el último número, el 5.999, se hace de noche y siguen subiendo, y bajando y no sé qué premio tendrán allá arriba, me largo aburrido, veo a la luz de la luna un riachuelo, me descalzo y meto los pies, agustito estoy oiga usted, la paz sea contigo me digo, y la paz se hizo, me tumbo, cierro los ojazos, te veo en sueños, caminas descalza por la pradera recogiendo flores silvestres, con lo asilvestrado que estoy espero que me recojas, me recoges y me tiras al contenedor de la basura, limpiando el campo que se dice, asomo el periscopio por el contenedor, nadie a la vista, salgo, me voy, sigue la noche que me rodea, a lo lejos veo una luz, muchas luces, es la ciudad que no me espera y yo a ella tampoco, subo el montecillo, arriba me espera una piedra donde asentar el trasero, me siento, saco la pipa de la paz, la enciendo, me ahúmo, me mira el búho incrédulo, no es para menos, miro a la luna lunera enfrascada en sus pensamientos, yo enfrascado en ninguno, nunca pienso, nos ponemos a darle a la húmeda y así se nos pasan las horas, yo le cuento las aventuras con las féminas de mis sueños mientras ella, más lista que el tío Teodosio piensa en el hambre que paso pero no se puede tener hambre de lo que no has catao que sé de buenas fuentes de agua cristalina que si lo catas luego te entra el vicio y ya no haces carrera, menudo soy yo, santo varón que vaga por los desiertos de la vida, me levanto, me estiro como palo que sujeta la vela, bajo el montecillo que piensa que ha acogido a una aparición, sigo deambulando mientras poco a poco amanece, allá al fondo este veo que empieza a clarear, sigo, veo una esquina y una esquinera apoyada en la pared, paso de refilón sin mirar a la tentación, me  pega un silbido, yo pego un tropezón y la vida sigue para el perseguidor de horizontes, siempre la mirada al frente mientras los ojazos no se pierden nada de lo que ocurre a su alrededor, aunque existe un problema, todo lo visto y vivido se queda en el olvido, no tengo una caja de recuerdos, no tengo nada bajo los pelos, es el vacío que persigue al perseguidor de quimeras.

Me siento a la sobra de un sauce que llora conmigo, a dúo…

 

Saudades 2013