Tuve la mala ocurrencia de encender un momento la caja tonta, Sudán, dos policías en plena calle estaban dando cincuenta latigazos a una mujer por un terrible delito, llevar pantalones. Y eso será el pan nuestro de cada día para nuestros nietos, si no es mucho antes, porque la invasión del islamismo hace tiempo que comenzó en Europa y con todos los parabienes de nuestros gobernantes, ya en la fría Escandinavia se están haciendo fuertes y no digamos en Holanda o sobre todo en Bélgica que en muy poco tiempo serán tierra de Alá.
De España mejor no hablar, y menos de los que gobiernan esta tierra, aquí les regalamos las tierras para que construyan sus mezquitas, aquí nos invaden y procrean, para eso tienen a sus esclavas, las mujeres, para tener un mínimo de ocho hijos para el islám, aquí vemos las atrocidades del sátrapa de Marruecos con el pueblo saharaui y nuestro gobierno sólo sabe decir que Marruecos es nuestro amigo, aquí reclaman la devolución de Ceuta y Melilla, que nunca ha sido tierra de Marruecos y nuestros gobernantes callan y mantienen menos policías en esas ciudades tan españolas.
¿Pero qué estamos dejando a nuestros hijos? Les estamos dejando un país hecho girones y empobrecido, invadido por el islam, ese que cabalga en la Edad Media, y cuando llegue el tiempo de que seamos minoría, no muy lejano, no habrá vuelta atrás, no habrá Reconquista sino sumisión y mirar a la Meca, y poner el culo en pompa en la mezquita de turno, y la mujer caminar dos pasos detrás del hombre, y recibir azotes o ser lapidada, que en ese mundo de sinrazón vale menos que un camello.
Pero toda moneda tiene su reverso:
Estamos en el que algunos llaman primer mundo, el mundo occidental, pero en algunas cosas superamos al islam.
En España cada día se produce una media de 300 interrupciones del embarazo, como dicen algunos, yo le llamo 300 asesinatos de seres indefensos y todo con la venia del politizado poder judicial.
Pero estos asuntos no nos hacen llevarnos las manos a la cabeza, pero toda Europa clama por una mujer que quiere asesinar el régimen iraní, ese régimen que acaba de ahorcar a una mujer holandesa.
Estamos tan acostumbrados a esas “interrupciones de embarazo” que no le damos ninguna importancia pero clamamos por los otros, por esos que la intransigencia islámica intenta borrar del mapa cuando aquí a cada mes que pasa son miles las nuevas “cruces”, esas que se lleva el olvido.
Las cosas del primer mundo…
Saudades
Hola Saudades.
ResponderEliminarYo ante todo, creo que debe de prevalecer la libertad.
Libertad para que cada mujer, elija o no tener los hijos que desee.
Libertad para interrumpir un embarazo sí así su conciencia, o circunstancias lo permiten, y la ley la ampara.
Lo que es incomprensible, es que haya religiones como la de los musulmanes o moros (del latín, maurus=oscuro), personas pertenecientes a la religión islámica que aun no deje que las mujeres elijan como vestirse. Que el hombre pueda tener varias mujeres. Que si la mujer se va con otro hombre, se la lapiden y apedreen hasta matarla.
Que la mujer tenga que ir con la cabeza y cara tapada, y vestida hasta los pies. Mientras que los hombres van con la cabeza descubierta y vestidos como les dé la real gana.
Lo que está claro es que no debemos dejar que ninguna religión nos manipule ni elija lo que nos conviene, y digo ninguna religión.
Saludos
Isa:
ResponderEliminarSin meterme en las circunstancias particulares de cada persona no puedo estar de acuerdo contigo cuando dices:
"Yo ante todo, creo que debe de prevalecer la libertad.
Libertad para que cada mujer, elija o no tener los hijos que desee"
A qué le llamas "libertad" ¿A poder matar al no nacido...?
Libertad.
ResponderEliminarFacultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.
Esto es lo que dice el Diccionario de la Real Acamia Española.
Saludos
Isa, sin ánimo de polemizar me hablas de libertad, expresión que todos conocemos, pero yo hablo de otra cosa "MATAR", algo muy distinto.
ResponderEliminarUn saludo,
conozco a un chico, que hace años estaba de acuerdo con el no traer al mundo a un hijo que no era deseado (aunque luego resulto ser una falsa alarma), hoy enarbola la bandera de no al aborto.
ResponderEliminarPor qué???
Es posible que sus circunstacias hayan cambiado.
A titulo personal dire que la ley del aborto, no me obliga a abortar, pero si en algun momento lo decidiera hacer, la ley me ampara y me protege.
Por favor ahora no contestes diciendo que quien protege al no nato.
Tendriamos que estar de acuerdo si esas celulas que de momento son mias porque estan dentro de mi, son algo.
Mucha gente esta en contra del aborto y luego piden pena de muerte, para una persona que ha nacido.
En fin, habria tanto que hablar que daria para dias enteros y es posible que no nos pusieramos de acuerdo.
La gente gacias a dios, somos muy diferentes.
Un besito Saudades8
Pues me alegro de no ser ese “chico” al que te refieres por mucho que quieras darlo a entender, aunque bien es verdad que nunca nos pondremos de acuerdo, cosa que por otra parte no me quita el sueño, pero me da mucha pena la “Kultura” de Bibiana Aido y toda la izquierda muy bien representada por “soy yo” cuando dices: “tendríamos que estar de acuerdo si esas células que de momento son mías porque están dentro de mi son algo” cuanto me recuerdas a ese “portento” de Bibiana cuando dijo que el feto era un ser vivo pero no humano, vergonzoso.
ResponderEliminarY según tú tienes derecho sobre la vida y la muerte de ese ser que está dentro de ti; y no hablo de células como tú dices para quitarle importancia, hablo de un ser en formación, y claro que tienes razón cuando dices que la Ley ampara el asesinato del no nacido, pero es la ley de la izquierda en la que todo vale, no la mía, esa izquierda que clama por la iraní que quiere asesinar el régimen pero que aquí desde 1985 en que salió la primera Ley del Aborto son ya 1.500.000 niños menos. Cuanto me recuerda al exterminio nazi de judíos y gitanos…
Y doy por terminado este tema en el que nunca estaré de acuerdo con las izquierdas de este país en descomposición.