August Macke
Aquí nos despedimos, tú sigues camino al norte y yo emprendo el camino a ninguna parte, como siempre, mi motivo es el camino nunca el destino.
Y vuelve la soledad, esa tan bien acompañada, me preceden las aves, me encuentran las arboledas, me cruzan los ríos y me cobija de la intemperie cabañas de pastores o puentes de riachuelos.
Y llevo grabada en la retina a ella, aquella que encontré en mitad de la nada y desde entonces me acompaña, está aquí en el lado izquierdo en ese sitio que llaman corazón y no es cierto, no, está levitando en todo mi ser.
Saudades |
Quiero hacer de este rincón un puerto al abrigo de las tempestades que nos rodean, para los sentimientos que nacen del alma, para el humor a veces tan necesario y para todo lo que a nuestro alrededor de una o de otra forma nos afecta. Quiero aclarar que las fotos que ilustran los artículos en su mayoria no son mías, si algún autor así me lo indica, las retiro. Saudades
miércoles, 18 de mayo de 2011
TÚ AL NORTE, YO QUÉ MÁS DÁ
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Un camino que se bifurca...
ResponderEliminarSon tristes las despedidas y más aún la soledad,aunque de ella aprendemos a valorar lo verdaderamente importante, como bien dices, seguirás el camino acompañado de los árboles y el canto de las aves, pero recuerda que cuando una presencia ilumina la retina, late en el lado izquierdo y levita en el ser, esa presencia es el amor y vale la pena luchar por el...espero que las sendas del camino se vuelvan a encontrar.
Besitos muchos, Ricardo
Allí nos despedimos, en plena calle, cada uno emprendió de nuevo su camino; pero a partir de ese momento llevo forjado tu abrazo en un rinconcito de mi corazón.
ResponderEliminarUn beso. Madelén.
Gracias Madelén, tu también tienes tu hueco en mi corazón.
ResponderEliminarUn abrazo como aquél.
Alboradaaaaaaaaaa que no me marcho, que me vas a correr a gorrazos de la risa, COÑO, que tengo que seguir humedeciendo tus ojos más alguna carrera al baño.
ResponderEliminarAsí es la vida... un contínuo sufrimiento.
Estoy totalmente de acuerdo contigo, en el andar de la vida lo importante es el camino, el disfrutar de cada pisada, de cada huella que vamos dejando, de esa mirada hacia ninguna parte y hacia todas a la vez, el contemplar ese horizonte que se ve lejano, ese sol que alumbra desde lejos, ese recuerdo que se lleva y que algunas veces asoma marcando una huella en nuestras vidas.
ResponderEliminarY yo me pregunto: ¿por qué existirán bifurcaciones en los caminos? Con lo fácil que sería hacerlos rectos....
ResponderEliminarPosiblemente, para que puedas seguir dando abrazos como aquel...
Mil besos para ti.
Marisol, en esta bifurcación tienes un abrazo muy grande para ti.
ResponderEliminarUyyyyy, Saudades, que tengo en mi enlace una nueva entrada tuya de dos estatuas y no la veo, pensé que yo era una y venía a verme...
ResponderEliminarAlborada era un artículo muy insulso y por eso lo borré, lo hago a menudo cuando no me gusta el resultado.
ResponderEliminarUn beso,
Muchas gracias por ese abrazo Miguel; yo también venía por el enlace de las dos estatuas, que llevo todo el dia queriendo ver y no hay manera; ahora entiendo el por qué.
ResponderEliminarPués bien, hasta otra nueva aventura tuya Miguel; te dejo otro abrazo para ti y muchos besitos.
Muakisssssssssssssssssss
Nuestra vida esta llena de despedidas, algunas más añoradas que otras; pero al final todas dejarán un ahuella en nosotros, una huella en nuestra vida que habremos de llevar en el alma.
ResponderEliminarUn gran abrazo querido amigo.
¡Cuánta poesía Saudades!
ResponderEliminarPienso que todos los caminos nos arrastran a un solo destino (y no hace falta brújula) con el único detalle de que cuando te acompaña la soledad, como esa que vive en el ladito izquierdo de tu corazón o en todo tu ser, se nos torna más largo.
Me ha gustado.
Un abrazo
Gracias VivianS, lo único que siento es sólo poder dejarte la casa de un loco, que es esta, pero no muerde, ni de lobo feroz el jodío.
ResponderEliminarUn abrazo con cariño