EL MUNDO DE LOS SUEÑOS

Fue un sueño, me encontraba desnudo “como me parió madre” y rodeado de paz, no se movía una hoja, parecía como si el mundo se hubiera ido al otro extremo, si al otro extremo del mundo, no volaban ni las aves y yo rodeado del silencio en mi sueño.

¡Qué tranquilidad!

Pero no existen sueños que cien años duren, de repente se volvía a escuchar el sonido de los humanos y el volar de las aves, se escuchaban coches atronando la cercana carretera, se oía la vorágine, pero yo seguía muy feliz en mi sueño alejado del mundanal ruido.

Soñaba con una niña de largas trenzas y ojos color miel, soñaba que jugábamos a mil juegos, soñaba que nunca tendríamos colegio, que siempre nos rodearía la naturaleza, el río, los prados, los pájaros y otros niños, soñaba que nunca sería mayor, que las preocupaciones serían para otros, que el trabajo es un pecado del que no me siento culpable, que los mayores son culpables de eso, ser mayores, mi alma nunca evolucionará, siempre será el alma de un niño.

Desperté del sueño y allí me esperaba la niña de largas trenzas y ojos color miel, jugamos y jugamos, reímos y cantamos y a nuestro alrededor la vida seguía, las prisas, el trabajo, las compras, los enfados... pero era otro mundo, no el nuestro.

Saudades