ESCUCHO LOS RELINCHOS DE STRADIVARIUS

Tres relinchos, tres, me levanto de la cama, aún es temprano y ya quiere paseo, me desayuno un cocido madrileño, me queda hambre, unas fabes con almejas, ni para cubrir un hueco, me preparo un arroz huertano, para cubrir otro hueco, una ración de lacón con grelos, esto ya parece algo, me hago unos pescaitos fritos para matar el gusanillo, ya va pareciendo mejor, me bebo un Gran Reserva y después una escudella y un pisto manchego para quedarme contento. Me hago mis flexiones para tonificar bíceps, tríceps, la quiniela quíntuple, me pongo la ropa de jinete, salgo, le doy dos tortas en el lomo a Stradivarius, le pongo la silla y aprieto fuerte las cinchas, para que se joda, tomo distancia, corro como las balas salto para montar, se aparta… me he pasado tres pueblos, caigo de morros al otro lado, me escoño dos piños, no pasa nada, son cosas del día a día.

Cojo la pértiga, quince metros de distancia, emprendo veloz carrera, la clavo, salto más de seis metros, Sergey Bubka un principiante a mi lado, caigo ligero como una pluma en la silla, aunque mirando para el rabo, le clavo las espuelas, sale a galope tendido, sólo, yo, triste de mi caigo de culo.

¡AAAAAAAUUUUUUUUUUUUGGGGGGGGGGGGGGGG!!!

Me he roto casi todo, miro para el badajo y los gemelos, están bien, toco atrás con mucho dolor,  el cóccix no está, me lo he cargado.

AVISO:

-“Vendo polvo de hueso sabrosón”

Buenísimo para las almorranas oiga usted.

Trato de levantarme con muchos dolores, Stradivarius revolcándose con las patas para arriba de la risa, le dan convulsiones, se la guardo, me acuerdo del cabr… de su padre, a paso lento voy para casa, me bebo una botella de aguardiente para el dolor y me quedo dormido boca abajo en la cama.

Sueño que bogando llego a una isla desierta, ni mosquitos, me tumbo en la arena y me quedo frito, llega Dorotea y se tumba a a mi lado y empieza a jugar con el badajo y los gemelos, me despierto, la veo con estos ojazos.

¡Me quedo, releches…!

A paseo Stradivarius y el pasado, ahora soy isleño por derecho de conquista, me quedo con Dorotea, aunque está un poco despelujá, pero no pasa nada.

Así es la vida… un frenesí

Saudades