Miro al cielo, está azul, la mañana fue muy fría, venía en el coche y marcaba Oº algo tan natural como la época en la que estamos, a lo lejos veía las montañas coronadas por la nieve, me están esperando como cada año pero aún es pronto, necesito más nieve y más frío, necesito soledades y caminos que marcan mis pisadas, necesito la compañía del águila, ese magnífico velero en los mares del cielo, necesito del aire que me enrojece la cara, necesito llegar más alto y sentirme rodeado por una inmensa sábana blanca que me envuelve, necesito respirar como necesito la vida misma para sentirla pasar muy despacio, segundo a segundo, poner todos los sentidos en cada paso mirando a la inmensidad que me rodea, acariciar el tronco del árbol que ahora más que nunca vive en su interior, agazapado, como los pequeños roedores de montaña invernando bajo tierra, abro los brazos como queriendo acaparar la belleza que me rodea, el silencio solo es roto por el silbido del aire y mis ojos, ansiosos, apenas parpadean por no perderse esa película tantas veces repetida, pero cada día con un guión nuevo.
Azul y blanco y en medio un solitario que encuentra de vez en cuando la felicidad en esas soledades en tan buena compañía, la tierra escondida en ese manto, el cielo que empieza donde el horizonte termina y este diminuto ser que nunca fue tan grande como cuando forma parte del paisaje.
Saudades
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Quiero hacer de este rincón un puerto al abrigo de las tempestades que nos rodean, para los sentimientos que nacen del alma, para el humor a veces tan necesario y para todo lo que a nuestro alrededor de una o de otra forma nos afecta. Quiero aclarar que las fotos que ilustran los artículos en su mayoria no son mías, si algún autor así me lo indica, las retiro. Saudades
martes, 29 de noviembre de 2011
AIRES DE OTOÑO
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Todo a su debido tiempo, los andares en muchas ocasiones se hacen espinosos y tortuosos. Hay que caminar como bien haces por las nubes de esos caminos con suavidad y caricias, para unos pies doloridos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo con mi cariño, sigo en tu nube.
La soledad de la inmensidad es necesaria para encontrarnos a nosotros mismos...
ResponderEliminarLos caminos blancos, que dejan nuestras huellas para poder regresar cuando nos apetezca...
La vida es muy hermosa, nos regala situaciones bellas... y los solitarios sabe mejor que nadie disfrutarlas.
Somos diminutos ante tanta grandiosidad, pero a veces, esos seres diminutos se hacen gigantes fundidos ante la inmensidad de lo que les rodea.
Besos mediterráneos.
Estoy como tú, deseando que llegue el frio intenso y las nevadas espectaculares. Llegará, gracias por devolverme la visita.
ResponderEliminarPilar.
noooooooooooo, yo quiero el calorcito y el verano!!!!
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato, porque la verdad que me ha hecho volar como ese águila, pero tanta soledad, aunque sea entre belleza, me apbruma.
Besos.
A mi me pasa como a nuestra amiga Metamorfosis yo quiero calorrrrrrrrrrrr , la soledad no me gusta tampoco, si es para ver un paisaje vale, pero en compañía mejor ajajjaj.
ResponderEliminarPrecioso relato.
Besitos y sonrisas voladas:-)
Gracias por este regalo Saudades. Gracias por este paseo por la nieve y ese maravilloso azul del cielo de otoño...Gracias!!!
ResponderEliminarBesos desde el aire
Yo también necesito que llegue el frío, pero de verdad, como necesito respirar el aire... Sin la compañía del águila, puedo pasar perfectamente.
ResponderEliminarUn abrazo.
A menudo me pierdo en el azul de tus letras, aunque sientas soledad nunca estás solo, siempre estás rodeado de sueños y naturaleza, y de la compañía de quienes te seguimos en este universo de sueños.
ResponderEliminarAbrazos alados, Sau.
Amigo,tal vez la clave seria no necesitar nada para ser feliz, pero es tan difícil lograrlo...creo que imposible BESOS Y...
ResponderEliminarUn abrazo, por si lo necesitas...
A mí me encanta fundirme en los paisajes y dejarlos recalar en mis pupilas haciendo puerto en mi corazón.
ResponderEliminarTodos tienen algo especial e inmenso que nos empequeñece y nos agranda a la vez.
Y si es el mar,ni te cuento.
Besos,poeta.
Con tu talla de poeta me has permitido escudriñar en el mundo profundo y mágico de la vida. Acá tu cantas.. y alabas con tu canto a la naturaleza. Te beneficias de tu sabiduría y de tus vivencias para pintar este hermoso paisaje en el cual, quien puede sentirse solitario rodeado de tanta magnificencia ?.
ResponderEliminarDisfrutar de la soledad de vez en cuando nos permite establecer un dialogo interno , para así descubrir nuestra fuerza personal.
Que gran placer !! el leerte nuevamente Ricardo.
Beso grande amigo.
Maravillarse con la majestuosidad de la naturaleza, respirar, caminar, sentirse uno con ella.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me ha parecido hermoso Ricardo,a veces necesitamos esa soledad(abrir los brazos) en medio de tanta belleza que nos rodea o a pesar,del día a día,siempre puedes encontrar algo que te haga sonreir.
ResponderEliminarAbrígate bien con este frío...!!
Un abrazo