Hoy corté una flor, y no, no llovía, la miré como se mira un objeto próximo a regalar y esa flor robada y cortada fue a parar a manos de una bella doncella que tuvo el atrevimiento de pasar a mi vera, y su sonrisa y su mirada me dieron las gracias y yo le guiñé un ojo y la miré como se ondulaba como una ola de atardecer que vuelve de la playa a las profundidades del mar, y se perdió, pero no se perdió su imagen grabada aquí en la cámara que se oculta tras estos ojazos que gasto, y seguí pensando en ella, normalmente me pasa cuando no tengo nada en que pensar, casi siempre, y seguía pasando la tarde y yo mirando a todo lo que se movía a mi alrededor, y en estas que pasa un policía, me saluda y me pide la documentación, y yo no la llevaba, ¡ni calderilla no te jode!, me pidió el nombre y DNI y yo dudé entre si me llamo El Gallo o El Tigre, no me acuerdo y me multó doble, una por El Gallo y otra por El Tigre, y todo por cortar una hermosa flor de un hermoso jardín público y yo le dije que si era público era tan mío como suyo y en esas estábamos cuando se acercó mi amigo el Concejal del Distrito, del que no recuerdo el nombre y puso firmes al poli y nos marchamos de juerga no sin antes hacerle unas pedorretas al poli multón, no te jode el menda.
Paseamos las aceras en busca de aventuras y la tuvimos, nos paran dos tías más buenas que un pastelito de nata y nos dicen que si sí o que si no, ¡SI! dijimos a la vez y pallá que nos fuimos, la enganché, le toqué los bajos fondos y la madre que la parió... tenía paquete la jodía, ¡Maaadre del amor hermoso! De allí salimos cagando leches a visitar a un oculista amigo porque ver, lo que se dice ver estamos más cegatos que la borrica de la tía Tomasa.
Paseamos las aceras en busca de aventuras y la tuvimos, nos paran dos tías más buenas que un pastelito de nata y nos dicen que si sí o que si no, ¡SI! dijimos a la vez y pallá que nos fuimos, la enganché, le toqué los bajos fondos y la madre que la parió... tenía paquete la jodía, ¡Maaadre del amor hermoso! De allí salimos cagando leches a visitar a un oculista amigo porque ver, lo que se dice ver estamos más cegatos que la borrica de la tía Tomasa.
Un testigo anónimo que pasaba por allí:
Juro por todos mis niños, cantidad, que nunca en mi vida he visto a nadie decir tantas gilipolleces juntas, por mi santa madre.
Saudades - (Queda inaugurado este pantano)
Otra gilipollezzzzz…
PD.- Puedo prometer que estoy asombrao de las paridas que puedo soltar, y mi asombro es mayor cuando soy una persona seria, romántica y que va un poco por libre, pero dejemos paso a esos momentos de incongruencias, de risas, de mundos irreales y de imaginación en suma que nos aparta un poco de esta vida con muy pocos resquicios para la carcajada, yo la utilizo como terapia las pocas veces que me miro al espejo... dejo lo que se ve a través del mismo:
!Quién se ha reído, COÑO!!!!
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