Cortaste una flor del jardín y la posaste donde habita el corazón. Y te abrazaste a mí y sentí el calor de tu cuerpo, el perfume de tus poros y tu mirada tranquila y limpia… y viajamos por esos cielos de caricias y besos, de lunas y estrellas asomados a un mundo de luces, de fuego, de amor, y sé que la luna nos miraba y nos mandaba un guiño burlón.
Y sé que esta noche hemos viajado por el universo, cogidos de la mano en un vuelo de sensaciones, sentimientos y deseos, y nos posamos suavemente en ese lecho donde te sueño, te vivo y te amo.
Ahora ya duermes, la noche ha sido muy larga...
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