Tus ojos... me traspasan
tus labios... me fascinan
tu piel... mi almohada
tu sonrisa... me desarma
tu voz... celestial
tu cuerpo... mi azúcar
tu mano... caricia
tu recuerdo... soledad
tu vida... la mía
tu sueño... mi sueño...
Mi amor...
Cuantos paisajes,
cuantos escenarios,
cuantos libros,
cuantos retratos,
cuantas fotos,
cuantos suspiros,
cuantas lágrimas,
cuantas lunas,
cuantos amaneceres,
cuantos ocasos...
Todos rotos...
en mil pedazos.
...
Cuánto amor y cuánta ternura desprenden todas tus poesías, son una caricia para los ojos, para los sentidos y para el alma, es un placer leerte siempre, Saudales, y además, estoy segura, que si me pongo ahora mismo me saldría de la tuya, una poesía, pero mejor no me pongo jajajaja.
ResponderEliminarGracias, por dejar que te lea.
Maria, gracias a ti porque llenas a tope el depósito de mi alma, que a veces está renqueante.
ResponderEliminarUn beso,