PENSANDO, COMO SIEMPRE

Como cada tarde, estaba dando mi paseo diario por el sendero de mis pisadas pensando en esos problemillas que nos surgen a los “pensantes” del mundo de la ciencia, pues para el que no lo sepa aquí Saudades se siente orgulloso de ser “castrador de pulgas en edad de procrear”, profesión solo apta para unos pocos elegidos en el mundo.

Hay que tener en cuenta el alto riesgo que padecemos en quirófano en el momento del castrado, acto muy delicado para no afectar a otros órganos vitales del paciente.

Paso a paso estaba pensando en una nueva técnica la cual llenará de alegría a la pulga, consiste en  rociar la camilla de esencia de tequila para que rápidamente entre en trance y sueñe con el ñaca-ñaca, así  será más llevadero el post-operatorio.

Paso a paso, miro al frente y en mi sendero de siempre veo algo que no me cuadra, una estatua, y puedo jurar que en esa senda por donde sólo pasea al caer la tarde este científico, nunca,  desde que el mundo es mundo existió tal muestra de arte.            



Giuseppe Muscio

Me paro, la miro de arriba para abajo, me pongo de manos para verla de abajo para arriba, la miro de canto, la ausculto el pecho, bombea, le abro la boca, todo en perfecto estado de revista, la miro los ojazos con estos ojos que Dios me ha dado (los últimos de las rebajas), están de pecado mortal o más, la miro las orejillas, no tiene cera, la toco…

¡Socorrooooo!

Está caliente.

En mis tropecientos y pico años jamás en la vida vi una estatua caliente.

“Nunca amanecerás sin ver una cosa nueva”

Sigo camino, pienso, me freno en seco, marcha atrás, la miro, pienso, me la echo a hombros y me la llevo a casa.

Llego a la mansión del científico, al grito de “Sésamo ábrete” la puerta se abre,  deposito el monumento en lugar preferente, le pongo en su regazo las mejores flores de mi mejor jardín, bautizo al monumento: “Mimosona”, me siento, admiro la obra de arte que ya quisiera para él mi amigo Miguel Angel, la toco, me sonríe, la achucho, me achucha, la beso…

¡Se me ha desmayao…!!!

 Son las cosas del querer.

Saudades

¡Nos ha jodío Agosto…!!!!