Poco a poco te vas y me quedo admirando tu marcha silenciosa, el mar te despide esperando a la luna, esperando los guiños de las estrellas, yo me quedo admirándote, noche, mar, cielo y tierra, y me siento muy pequeño ante vuestra inmensidad.
Saudades - 2012
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Quiero hacer de este rincón un puerto al abrigo de las tempestades que nos rodean, para los sentimientos que nacen del alma, para el humor a veces tan necesario y para todo lo que a nuestro alrededor de una o de otra forma nos afecta. Quiero aclarar que las fotos que ilustran los artículos en su mayoria no son mías, si algún autor así me lo indica, las retiro. Saudades
viernes, 24 de febrero de 2012
MUERE LA TARDE
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Sólo somos motas de polvo que se funden en la placidez del universo.
ResponderEliminarBesos, Saudades.
Todos resultamos pequeños ante tanta inmensidad...yo me siento pequeña ante la inmensidad de tus letras.
ResponderEliminarBello leerte, abrazos mil.
Bien pequñitos somos, la verdad, no se cómo somos capaces de hacer tanto daño.
ResponderEliminarY el placer de esa despedida aumenta cuando te sumerges en las aguas y te bañas con el sol, mientras se esconde en las profundidades del Atlántico, fundiéndote con él, con ellos, Sol y Atlántico, en un último abrazo (hasta el día después.), bajo la mirada envidiosa de la Luna que ya acecha desde las alturas.
ResponderEliminarBesos
Nada como un atardecer cerca del mar,admirando el paso sigiloso del sol al marcharse en pos de la luna.
ResponderEliminarBesos.
Eduardo.." MUERE LA TARDE "
ResponderEliminarBella imagen...allì se ve lo pequeñito que somos y como ejemplo inmensos en edificar ....admiro a los albañiles trabajando en los edificios cada vez màs alto...y me he preguntado como hacian años atras esas bellezas de obras arquitectònicas sin tener las comodidades que tienen ahora...
como la decoraciòn dentro de las iglesias.
Somos como las hormiguitas
un beso de hormiga
Doris muchas gracias por tu comentario pero no me llamo Eduardo, sólo Ricardo.
ResponderEliminarRicardo...disculpa jajaja...las alturas me han hecho confundir tu nombre...que no es feo...Ricardo Eduardo hummm jaja
ResponderEliminarMi hermano se llama Ricardo...gracias por corregirme
un beso Doris Dolly
Qué hermoso poder disfrutar de una puesta de sol junto al mar, tengo la suerte de que desde mi balcón me sorprendan algunas increíbles, no hay dos iguales. Y si, que pequeñitos somos ante tremenda belleza.
ResponderEliminarBesos Ricardo...
Somos tan poca cosa...
ResponderEliminarHas dicho mucho en muy poco.
Un abrazo
En la inmensa grandeza de los sentidos, y el la infinidad del amor. Precioso amigo mío, pero que paz se siente ¿verdad?
ResponderEliminarUn fuerte abrazo con mi cariño.
Es unamaravilla ver un atardecer con toda esa magestuosidad, con ese ritual de colorido sobre el mar. Que poderio que tiene y que pequeñitos somos en su presencia. Tus letras si que son grandes. Un bessito.
ResponderEliminarVer marcharse así es un espectáculo para la retina, donde puedo yo admirar algo así? jeje.
ResponderEliminarbesitos y sonrisas sin irse :-)
En realidad, somos copos minúsculos, casi irreales ante un cosmos infinito. Pero lo dices tan bello...
ResponderEliminarBesos, corazón.
Querido Ricardo, gracias por tus palabras
ResponderEliminarYa nos seguiremos leyendo
Un abrazo