NOSOTROS LOS CIENTÍFICOS

Estaba el famoso científico Saudades Nolaskatao Nilasmojao dándole vueltas a una de sus muchas ideas brillantes cuando de repente, sin venir a cuento, le empezó a salir humo de la caja de serrín, esa que algunos llaman cerebro, no me extraña, con la única neurona que le queda pues la pobre no da para tanto experimento.

Y el experimento en sí no es nada del otro mundo, estaba inventando un aparato termonuclearbobinoradiante  para trasladarse de época, ya había estado en las guerras púnicas de donde salió por piernas, también estuvo unos años en un poblado hippie allá por los años sesenta del siglo no me acuerdo y qué más da, la verdad es que la rubia era un poco guarrindonga pero como él era más aquí paz y después gloria, allí se hubiera quedado pero siempre vivía en una nube con unas cosas raras que fumaban a diestro y siniestro.

Ahora le vemos con la cabeza metida en el agua de la bañera para enfriar el reactor, digo el serrín, esa mayormente es la vida de una mente nacida para la ciencia, alejado de la vida mundana, encerrado en su mundo interior, investigando que se dice.

Así es la vida… un frenesí.

Saudades