Era domingo, el soñador era un viajero empedernido, su único equipaje era una maleta cargada de letras y cuentos, y con ella se le encontraba en todas las ferias de ciudades y pueblos.
En un rincón de la misma hacía juegos para los niños fomentando en los mismos la imaginación, les contaba la historia de una paloma, o del elefante narigudo o la de la jirafa enana y con las letras les invitaba a contar cuentos, a dejar volar su imaginación y volaban, y se atropellaban unos a otros para contar la historia más bonita.
Así pasaban los días del soñador haciendo soñar a los más peques y soñando él mismo en un mundo mejor, la palabra guerra no estaba en su diccionario, ni la palabra odio, ni la palabra envidia, estaba la palabra amor o la palabra ilusión, estaba la palabra construyamos nunca destruyamos, estaba la palabra dar nunca quitar.
Poco a poco los feriantes le cogieron cariño y fue uno más, o fue el primero en llegar a cada nuevo pueblo o a cada nueva ciudad, los niños ya le esperaban para contarle sus historias y para escuchar a nuestro soñador, y todos soñaban que soñar es bueno, como es bueno hacer un mundo más habitable, más respetuoso, mejor.
Pasaron los años, muchos años, el soñador se convirtió en espectador, un niño más como siempre había sido, iba de feria en feria con la ilusión de siempre, ahora no ocupaba la pista, ocupaba un lugar junto a otros niños, y reía y lloraba de alegría y de vez en cuando le salía una carcajada… en la pista actuaba su hijo.
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Quiero hacer de este rincón un puerto al abrigo de las tempestades que nos rodean, para los sentimientos que nacen del alma, para el humor a veces tan necesario y para todo lo que a nuestro alrededor de una o de otra forma nos afecta. Quiero aclarar que las fotos que ilustran los artículos en su mayoria no son mías, si algún autor así me lo indica, las retiro. Saudades
jueves, 19 de abril de 2012
EL SOÑADOR
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Hola Ricardo!!
ResponderEliminarMaravilloso soñador,contador de historias,repartiendo ilusiones,construyendo amistades,dando amor...y los niños le adoraban,creo que se parece a alguien que conozco...jaja!!!
Ilusionando con la palabra,eh Ricardo!!!ilusionista de corazones,respetando a todos y riendo con todos,como un niño más.
Dejó buen legado a su hijo.
Un abrazo guapo!!!!
Precioso tu soñador Saudades, me gusta mucho...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Preciosa historia encuentro, detrás de la sonrisa de un soñador que siempre atesoro en su alma la esperanza de un niño.. sus ilusiones y sus sueños.
ResponderEliminarAhora la esboza ante su niño.
Cariños Ricardo.
Yo me llevo la maleta llena de sueños y con tantas bondades...si me la prestas.
ResponderEliminarTe dejo un fuerte abrazo, bellísima entrada.
Sau, que mágica historia!
ResponderEliminarLo que se siembra con amor y dedicación siempre da buenos frutos.
Soñar y compartir los sueños con los demás, también es un pasaporte a la felicidad.
Besitos tiernos hasta tu nube.
Deberíamos poner todos un soñador en nuestras vidas.
ResponderEliminarPreciosa historia, amigo.
Abrazos
Sau,tu entrada es preciosa,digna de un soñador como tú.
ResponderEliminarSoy una soñadora empedernida,no lo puedo evitar.
Maravillosa..
Mi abrazo enorme.
Me encanta sentir ese soñador y una delicia leerte.
ResponderEliminarBesos y susurros soñadores
Debe ser muy lindo y gratificante cosechar lo que se siembra...Linda y tierna entrada...me encantó
ResponderEliminarBesitos.
Un cuento precioso.
ResponderEliminarEl oficio de cuentacuentos es gratificante y si además se deja en herencia delicada y sensible...
Mejor que mejor.
Es la única esperanza.
Besos.
Soñando bonitos sueños, desterrando pesadillas, mi máquina de los sueños es cruel y traicionera. (Mi hija tiene mucha imaginación, mi sueño es que el pequeño la tenga también...)
ResponderEliminarQué bonito el soñador, que bién educó a su hijo para que siguiera su camino cuando él se jubilara. Bonito cuento, hoy es difícil que los hijos sigan el camino de los padres, aunque no imposible.
ResponderEliminarSobre todo si se trata de sueños.
Besos desde mi mar, Sau,
Lo bonito es que esa imaginación la heredara su hijo, orgullo de padre.
ResponderEliminarPienso que quién sueña, pocas veces le alcanza la maldad, vive en su propio mundo construyendo para los demás.
Un placer leerte
Un abrazo.
Ricardo, soñador, mi hasta pronto lleno de abrazos enormes pata ti, amigo. Me sentaré con nuestros mayores, seguro.
ResponderEliminarXao! Besos.
Hola, Ricardo: Una delicia sentarte, soñador, a contar cuentos constructivos a tus hijos, niños, nietos.
ResponderEliminarDar palabras de jamás quitar. Esas son las que al final sirven.
Un abrazo
De padres a hijos hay que seguir transmitiendo esa locura que es seguir soñando.
ResponderEliminar;-)
Besos, Sau.
La mejor de las herencias... y es que cuando te sale esa vena tierna.. no tienes comparación.
ResponderEliminarBesitos mediterráneos.