NO GANO PARA SUSTOS

Largo es el camino andado, Stradivarius tiene la mirada perdida en el horizonte, lo mismo el paquete que va encima, un tal Saudades, forman la pareja más dispar que se pueda encontrar, el de abajo, ese que trota a cuatro patas es el más sensato e inteligente de la pareja, el de arriba, ese es un caso perdido que le gusta perderse por el mundo a lomos del caballo más listo que el hambre, el camino se hace eterno, ni un alma, sólo cielo, nubes y tierra olvidada, parece como si estuviéramos en algún camino lunar con el silencio y la soledad de compañeros.

A lo lejos vemos unos reflejos amarillos que nos llaman la atención, poco a poco nos acercamos, no puede ser, vemos una mujer desnuda haciendo auto-stop, Stradivarius frena en seco, miro, bajo, me acerco, la miro con la lupa, eso es un cuerpo no el del Saudades ese que la mira, la pregunto qué es lo que desea, me dice que perderse lejos, muy lejos, montamos a lomos de Stradivarius y nos marchamos lejos, muy lejos, ella va amarrada a mi cuerpo, una mujer desnuda a un loco pegada.

Vemos un cartel con una flecha que pone: “Lejos, muy lejos”, allí vamos a perdernos en ese mundo desconocido para los tres, y nos perdemos, yo perdidamente enamorado de ese pedazo de trozo de cielo a mi pegado, ella sintiendo el calor de mi cuerpo, y miramos al horizonte cargado de promesas, y poco a poco las promesas se vuelven realidades, bosques, ríos, extensas llanuras plagadas de distintos tonos de verde… la felicidad nos embarga a los tres.

Paramos a orillas de un riachuelo, Stradivarius en sus relinchos me dice que allí se quiere quedar y yo también, ella nos mira agradecida y allí nos quedamos, y poco a poco levantamos un hogar para los tres, y podemos prometer que la naturaleza nos dio lo que no estábamos buscando porque nada habíamos perdido, pero a quien le amarga un dulce con esos ojazos… veo que me está mirando, y se lanza a por mí como una posesa, ocurre a menudo y es que no sé que verán en mi, serán cegatas no te jode.

Así es la vida… un frenesí.

Saudades - 2.012

PD.- Sigue estando loco, pero no muerde ni grita, de vez en cuando le recita una poesía al oído y ella sonríe halagada.