El dueño de las palabras que a ratos leéis por estos andurriales, de cabello más bien escaso, alguno divorciao, otros viudos en pista de aterrizaje, de nariz torcida de una mala leche que le dieron, de ojos que van por libre, uno mirando para Oviedo y otro para Bilbao, vista panorámica que se dice, orejas grandes (ande o no ande oreja grande) las barbas ralas y mal aseadas, los bigotes de bandido de Sierra Morena, la boca torcida porque es así de chulo, la sonrisa lobuna, lo es, los dientes ni crecidos ni menguantes, dos arriba y uno abajo, les llaman las malas lenguas “el trío de la boquita piñón”, el cuerpo ni grande ni pequeño, vamos, achaparrao, el color pálido, así a grandes rasgos es el Saudades ese, el homo simplicisimus enemistado con todo lo que se mueve.
Dejé en el olvido una pérdida muy grande, un año de estos en una pelea barriobajera, y todo por un quítame allá esas pajas, o lo que es lo mismo: por una dama, perdió una mano, y desde entonces se le conoce por el manco de la pata de palo, pero esto último ya es otro cantar.
Estos se pensarán que les voy a contar toda la vida de ese renglón torcido de Dios, no te digo.
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Saudades |
¡AAAAAAUUUUUUUU…..!!!
¿En serio dices que Saudades es de cabello más bien escaso, de nariz torcida, de ojos que van por libre, orejas grandes, barbas ralas y mal aseadas, los bigotes de bandido de Sierra Morena, la boca torcida, los dientes ni crecidos ni menguantes, dos arriba y uno abajo? anda pues sí que tienes que dar gracias a tu madre por haber "pario" un hijo tan bien "agraciao" jajajajajaaj pero jezú...
ResponderEliminarQue bien te lo pasas María con este guapetón que se presentó a un concurso de Mister Machomán y salieron todos corriendo, claro es que de la jartá a reir.
ResponderEliminarAisssssssss que no gano para espejos....