CONJUNCIÓN PLANETARIA



Salgo a la noche, me recibe con un soplo de aire fresco, camino las calles que poco a poco se alejan de mi, allí estás esperándome, brillando como nunca y llenando de reflejos un cuerpo de mujer.

Te miro, a ti y a ella, mis dos planetas, uno lejano y otro al alcance de la mano, te doy la mano y caminamos, yo mirando luces, las de la luna y las de esos luceros que son tus ojos, y hablamos mientras la noche nos encierra en un mundo de tres sin importarnos el resto.

No sé en qué caminos quedaron las pisadas, no sé qué mundos recorrimos, sólo sé que volamos apegados a la tierra, volamos recorriendo un mundo de sentimientos, de anhelos que poco a poco quedaron saciados, allí en la orilla de un río renacieron dos cuerpos que se dieron todo lo que guardaban, las aves se removían inquietas en la arboleda, las aguas bajaban tranquilas y allí bañamos nuestros cuerpos, la luna y el búho nos miraban, la noche nos amaba mientras amábamos, dos cuerpos y dos almas.

Se fue la noche, se fue la luna… ya no estábamos.

Saudades