EL EDÉN



Franz Marc

Paseando sin pensar en nada,  como siempre, sólo captando en la retina todo el universo que me rodea me encontré como en un sueño, era un jardín que se expresaba sin tapujos en toda su grandeza, allí estabas tú, la primera mujer,  rodeada de la majestuosidad de lo sencillo, de lo natural. Me encontré desfasado con mis ropajes y mis muchos ancestros que nos separaban, me desnudé, me quedé con todo el badajo al aire y me adentré en ese jardín de nombre Edén y te miré con curiosidad y tú me miraste como se mira a un bicho raro y por primera vez te salió una expresión en la cara que en mi época llamamos “sonrisa”. 

¡Qué “jartá” me pegué!

Para los mal pensados me pegué una jartá a comer de mil frutos, a holgazanear a enseñar a la primera mujer qué es una caricia, un beso, qué es la unión de dos cuerpos, de dos almas,  y disfrutamos de la vida sin importarnos el momento, ya fuera día o noche o bisiesto, sin ningún frío, en pelota viva, pero vivita y coleando, con el calor de los juegos, de las carreras, de los baños en el lago, de jugar al escondite y al túmbate que ya verás, ya.

¡Ringggg, Ringggg!

“Ma despertao”  el puñetero y cabrón despertador.

¡Cagüen el inventor de ese aparato!

Saudades

PD.- Este fue el primer post con humor que escribí, antes era más serio en mis letras y desconocía esta vena oculta para mi, fue el comienzo de las locuras de un loco en su nube nacidas para sacar una sonrisa, al menos intentarlo.

Saudades