LA SOMBRILLA

Arno Rafael

Aquí está, aunque no se le ve pero se le siente,  el Loco Saudades haciendo de sombrilla de la Bella Donatella para que no se le estropee el cutis, trabajo tan digno como el que más, siendo el submarinismo solo apto para los más dotados y puedo asegurar y aseguro que estoy muy bien dotado aunque el periscopio esté bajo el agua, jugando que se dice con las interioridades de su bella del alma.

Un receso que salgo a respirar, respiro, inmersión para seguir acariciando el casco de la Bella Donatella, una mano trabajando de sombrilla a tiempo completo y la otra de acariciadora del casco, sobre todo de la parte sumergida, de repente le entra tiritera, se revoluciona y es que tengo una mano descubridora de sus puntos álgidos, el punto G, ese que dicen los que dicen que saben pero no saben, que anda mucho teórico suelto que se las dan de lo que no son, ya te digo.

Hacemos maniobra para llegar a la orilla, llegamos, nos aparcamos en un recóndito rincón del puerto, plegamos velas y nos ponemos a velar nuestros cuerpos descarriados,  y lo que la naturaleza ha creado que no pase ni sed ni hambre.

Y se apagaron las luces del viejo puerto mientras dos luciérnagas se encienden como antorchas.

Así es la vida… un frenesí.

Saudades - 2012

La voz de la conciencia: Pensaba que algún día volvería la cordura a él  pero veo día tras día que no da una a derechas, que acaba un año más y va a peor, pero mira que se lo pasa bien el Loco Saudades, esa cuerda que desafina, esa música a destiempo, ese viento que sopla en el vacío, esa luna en un cielo sin estrellas, pobre de la que se cruce en su camino.